lunes, 26 de diciembre de 2011

CAPITULO 21

“Ich liebe dich”
“Forever today
Forever tonight
Reset your eyes
Erase your mind
I will never let you down
Join me forever now
Forever now!”





-no quiero que vivas lo que yo..-dijo cerrando los puños con fuerza –no quiero eso para ti, princesa.

-Bill, eso a mí no me importa..que digan lo que digan, que hagan lo que hagan…nosotros nos amamos y eso es lo que cuenta, somos tu y yo y nada más. Eso es más fuerte y nadie podrá con eso, ¿oíste?, nadie

-es que, esto es aún muy complicado. No me gustaría que cuando salieras a la calle..Te estén espiando, que no puedas tener un minuto de paz porque siempre hay alguien esperando escondido vigilando cada uno de tus movimientos esperando a que hagas algo para poder sacar suposiciones falsas sobre ti. No quiero eso para ti. No puedo arrebatarte tu privacidad, no puedo arrebatarte la vida normal que tienes. Sería muy egoísta.

Bill tenía razón, simplemente este tema yo lo había estado pasando por alto, pues no se me hacía muy importante, pero ahora que él me lo decía de esta forma…empecé a imaginarme flashes frente a mi casa, frente a la universidad y flashes en lugares donde Bill y yo intentemos estar juntos.

-la solución a esto, podría ser que ellos ni nadie más supiera lo de nosotros. Eso es una buena idea ¿no crees?.-opiné sin pensar.
Bill reflexionó un momento

-podría ser, pero….sería para mi insoportable, tener que negarte.
-pues no lo hagas, simplemente es como si yo existiera, pero a la vez no….
-solo que sepan que existes en mi vida y que eres muy importante para mí y nada más……… Creo que a este problema soy el único responsable.
-No lo creo, y el amor ¿qué?... el amor te hace hacer locuras, mírame a mí y a ti, yo pensé que esto no era posible.-bromeé
-ok.- coincidió con una risita entre dientes.

Comenzamos a caminar hacia  el lugar donde haríamos una fogata con los chicos. Nos sorprendimos al ver que aun no había llegado. Tal vez aun era muy temprano.
Nos sentamos en la arena junto a unas antorchas que adornaban el lugar.
La playa se veía inmensa y se escuchaba el ir y venir de las olas una y otra vez.
Bill me envolvió en sus brazos y yo apoyé mi cabeza sobre su pecho.

-Sie sind meine welt. Ich liebe dich, prinzessin..-dijo en un suave susurro

No fue necesario de ninguna manera que me tradujeran esas hermosas palabras, y no era porque ya supiera alemán ni nada de eso, sino que….  mi corazón se encargó de traducirlas para mí.

Coloqué mis brazos alrededor de su cuello y lo besé, el me correspondió el beso de una manera intensa.  Al principio nuestros labios se rozaban suavemente, pero después fue aumentando hasta el punto donde se volvieron frenéticos.
Separamos nuestros labios y  nos quedamos observando ambos muy agitados.
Bill tomó mi rostro y comenzó a besarme de nuevo la boca…lentamente besó mi mejilla y se dispuso a besar mi cuello. Mi piel se puso chinita y cerré los ojos disfrutando aquella sensación.
Dejamos caer nuestros cuerpos sobre la  arena blanquecina  y de nuevo Bill  rozó con sus labios cálidos la piel de mi cuello bajando hasta mi hombro.
Acaricié lentamente su espalda hasta llegar a la parte trasera de su cuello donde tenía tatuado el signo de TH, después juguetee con su cabello.
En mi mente se empezaba a formar lo que estaba a punto de ocurrir, sin embargo, estando consiente…no quería que esta sensación terminara.

-¡ups!, lo siento...creo que interrumpimos.-se escuchó la voz de Georg.

Bill y yo nos sobresaltamos y nos pusimos de pié rápidamente. Yo pude sentir como el rubor se subía a mis mejillas.
Frente a nosotros estaban Gustav y Georg riéndose entre dientes. Detrás de ellos venían Tom y Carol muy entretenidos platicando.

-¿ahora que?.-preguntó Tom a Gustav
-nada, nada.-respondió entre risas
-¿Cómo que nada?¿de qué se ríen? Yo quiero saber.-insistió

Bill tenía una sonrisa en el rostro y empezó a menear la cabeza
-es mejor que nos vallamos, dejemos a Bill y a Danny que porque se veían muy ocupados hace unos segundos.-dijo Georg empujando a Tom de regreso.

Tom se regresó y se nos quedó observando divertido.

-hamm, chicos….pfff. se supone que habría una fogata aquí ¿no?...por cierto ¿Dónde está la leña?.-habló Bill tratando de cambiar el tema y mirando hacia todos lados buscando la leña.
-jajajajajajaja.- todos se rieron, menos Carol quién me lanzaba una mirada toda confundida, baje la vista riéndome.
-no te hagas Bill, que tu y Dánica ya se estaban adelantando a prenderla.-dijo Gustav.
-ufff…qué bueno que llegué a tiempo –dijo Tom con un alivio todo fingido –salvé tu virginidad, hermano.

Bill puso los ojos en blanco y después le dio un golpe a su hermano que no paraba de reírse.

-eres un estúpido, Tom
-si Tom….eso no se dice, mira la expresión asustada de Dánica.- bromeó Gustav

-bueno, yaaaa!!!. Déjenlos tranquilos..¿.vamos a hacer la fogata o no?.-preguntó Georg –Tom, trae los bocadillos.
-si, papá.-dijo Tom resignando dirigiéndose hacia el auto.

Jalé a Carol y me puse a reír
-hay..Dánica.-dijo meneando la cabeza.
-¿qué?
-no, nada…anda, vamos a la fogata.

Las llamas anaranjadas se levantaban amenazantes y formaban un efecto genial. Acerqué una vez más la varita con mi malvavisco para que se asara más.

-…y entonces esto es lo que hace la fuerza gravitacional de la luna.-explicó Carol señalando la marea alta del mar mientras Tom escuchaba detenidamente.
-waooo!!!!, y crees que esto podría hacer que los tiburones se acerquen. Espero que no.- preguntó Tom asustado.

Todos empezamos a reírnos al igual que Carol.

-¿le temes a los tiburones?.- le preguntó ella.
-si, ¿Quién no?.- respondió Tom poniendo una cara de asustado.
-¿en serio?..jejeje…de hecho es mi animal marino preferido.- musitó Carol –son taaaaan fascinantes
-se me ocurrió algo chicos!!!, el próximo video-clip se grabará en un estanque lleno de tiburones- anunció Bill con un tono vengador.
-sii!!! Quiero ver como llora Tom.-coincidió Georg
-se lo propondré al director
-No… Bill…. Hermano….no lo hagas.-suplicó Tom. Yo jamás lo había visto así.
-el karmaa…

Todos nos echamos a reír al unisono y Tom nos vio con cara de pocos amigos, pero después de esto trató de cambiar de tema y vaya que funcionó. Carol se fue a la cama muy temprano mientras que yo me quedé con los chicos otro rato más cerca de la fogata platicando con ellos o riéndome de las tonterías que se hacían entre ellos. Sin querer y obviamente, sin darme cuenta yo ya formaba parte, no solo de la vida de Bill, sino también de la vida de estos 3 chicos que me habían aceptado como su amiga.

Las horas pasaban y de pronto comencé a sentirme muy cansada, recosté mi cabeza sobre el pecho de Bill y él me envolvió en sus brazos como si estuviera protegiéndome de algo malo. El susurro de las olas y la calidez de sus brazos hicieron que me relajara y que comenzara a caer profundamente dormida.

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