“cueste lo que cueste”
- NARRA ANNA –
Con el ruido de la música apenas y se podía platicar. Todos a nuestro alrededor gritaban y disfrutaban del ambiente tan alocado de la disco.
Alexis y yo buscamos un lugar un poco más tranquilo donde pudiéramos platicar, finalmente lo logramos…por suerte aun había una mesa vacía en la sección privada del segundo piso.
-Bueno, ¿Qué te parece?, todo ya está completamente listo…nuestro vuelo sale el viernes a las 7 de la mañana.-dije emocionada.
-pff, ¿Por qué a las 7?, es muy temprano, no crees…baaah además…¿ya sabes bien la dirección de donde vive mi “hermosa”?, no aguanto las ganas, ya quiero verla.-apuntó Alexis.
-hay, claro que ya la sé… hace dos día fui a visitar a la mamá de Dánica y le pedí la dirección.
-¿y si te la dio?
-haha, claro… fue fácil engañarla, le dije que le quería hacer una visita sorpresa a mi “amiguísima del alma”.- dije haciendo comillas con los dedos de mis manos.
-jajajaja, y pensar que algún día lo fue
-puaj!!! Esos días ya quedaron en el olvido en un bote de basura., esta vez Dánica va a saber que conmigo no se juega
-OK, Ok,…pero ¿estás segura que lo hizo conscientemente?. Hemm, me refiero a que, ¿en verdad te uso para llegar hacia ellos?
-hay por dios, enserio…el amor como apendeja…..- dije irritada poniendo los ojos en blanco…como me molestaba que pensara que Dánica era una santa incapaz de matar a una mosca. –Claro que me uso, y yo..” la amigable y buena amiga” caí en su trampa de manera estúpida. Pero como ya te había dicho querido Alexis…esto no se queda asi.
-bueno eso quiere decir que “mi hermosa” fue demasiado inteligente .jajajajaja…por eso me trae loco.
-ash!!! Eres un estúpido..¿sabes que?, mejor no te hubiera pedido que me ayudaras. –musité lanzándole una mirada enojada. El se acercó a mi y tomo mi barbilla. Nuestros rostros quedaron a centímetros. Su aliento empapaba mi respiración.
-me pediste ayuda porque sabes que tu solita no puedes preciosa. No te quejes…además, viéndolo de esta manera, mejor no quiero ser parte de tu plan.
Me alejé instintivamente de él con una cara de repulsión fingida, pues la verdad era que Alexis era muy apuesto e irresistible. Me levanté del asiento y me dispuse a irme
-ni quien te necesite.-le escupí las palabras.
-Ok, Ok,….entonces, ahora supongo que en verdad no me necesitas. …Suerte con todo, ojalá nada te salga bien.- Alexis se levantó de la mesa y se dispuso a irse. Yo no sabía qué hacer, era claro que él me iba a hacer de mucha ayuda y con esto ya no podía seguir esperando más tiempo para poder hundir a Dánica…. Era ahora o nunca.
-¡Espera!.- grité mientras lo jaloneaba del brazo –creo que estamos tomando una decisión algo precipitada. ¿no te parece?
-y me lo dices a mi.- puso los ojos en blanco y con un tirón liberó su brazo para seguir caminando.
-Alex, Alex…no..Espera
El se volvió de nuevo hacia mí con una cara de desagrado.
Pfff. No podía dejar que se fuera en este momento. Su utilidad me iba a ser de mucha ayuda y claro, a mí nadie me dice que no a nada.
-Alexis, oyee…espera, ¿Qué te parece si vamos por unas bebidas y lo platicamos con más calma?.-dije coqueteándole poniéndome en frente de él para impedir que siguiera caminando.
El me miró de arriba abajo y sonrió pervertidamente.
Yo tenía que hacer que Alexis aceptara de nuevo, costara lo que costara.
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