sábado, 27 de agosto de 2011

CAPITULO 8

"SIMPLEMENTE, IMPOSIBLE"

“la idea que se tiene sobre alguien a menudo
Puede resultar mucho más atractiva que la
Realidad de esa persona”
(ghostgirl: el regreso)

Era casi imposible creer todo lo que me estaba pasando últimamente porque solamente, en mis más locos sueños lo veía posible. Sin embargo, y por alguna razón inexplicable, quería pensar que tal vez era una alucinación o algo así, pero había una testigo más de que todo esto, en realidad pasaba.
Hoy era lunes, y no un día normal. Desde que amaneció, mi estado era de completa perdición, me refiero a que estaba completamente fuera de la realidad, levitando en algún lugar lejano de mi mente, en otras  palabras “súper distraída”. Tanto mi padre, como las personas que me rodeaban se habían percatado de esto, sin embargo no me importaba y además, había olvidado lo que habían comentado sobre mí. Si. Estaba completamente “ida”.

-tal vez usted sepa la respuesta a la pregunta, ¿verdad “señorita Duran”?.-me preguntó el doctor la respuesta de cuya pregunta no había escuchado, es más ni siquiera sabía de qué demonios había estado hablando durante la clase.
-hammmm.-fue lo único que pude decir.
-creo que debería prestar más atención, si es que no quiere retirase fuera del aula.-me advirtió el doctor con una mirada amenazadora.
Yo solo asentí e hice ademan de poner atención a la clase, lo cual no funcionó pues me volví a distraer.
Al final de las clases, salí de la universidad en compañía de Carol. Y entonces recordé algo…

-¡Oye!, tienes que acompañarme.-le dije a Carol mientras la jalaba del brazo hacia la parada de los taxis
-¿Qué? ¿A dónde?.-preguntó desconcertada
-tu acompáñame y en el camino te explico ¿sí? Por favor, es importante.

Tomamos un taxi para ir de nuevo a Beverly Hills, y durante el trayecto, le explique que tenía que ir al lugar del día anterior, pues me encontraría con Georg y Bill, quienes me llevarían a recuperar mi carpeta al estudio de grabación.

-wow, pero, ¿Qué no era mejor que ellos te la llevaran hoy al lugar donde los encontraste ayer?. Bueno, yo digo.-razonó Carol.
-pues, si. Pero ya no me dejaron comentarles eso. Se retiraron muy de prisa.-dije recordando la actitud de ambos el día anterior.
-hummm

Al llegar a la banquita del parque, me di cuenta que ya era tarde. Tal vez ya se habían ido. O simplemente lo habían olvidado. Pues no había nadie esperando. Genial ¿cómo pude haber caído?
Carol y yo esperamos por varios minutos, pero nadie apareció
-hummmm, ¿se les habrá olvidado?, o simplemente jugaron contigo.-preguntó Carol muy seria
-no lo sé. Pero mejor ya vámonos. Está claro que no vendrá nadie.-dije resignadamente. Creo que quería llorar de nuevo.
Al momento que Carol y yo nos levantamos de la banca para irnos, escuché que alguien gritó mi nombre. Me volví hacia la voz y con un suspiro de alivio y emoción, vi a Georg acercarse a toda prisa. Carol se quedó pasmada


-wooh!!! Perdona el retraso. Como sabes, eso de ser puntual no se me da.-se disculpó Georg.
-Oh!, no importa.-contesté
-bueno, vamos a la camioneta. Bill ya nos espera en el estudio.
-hammm, si. Oye, ella viene conmigo, ¿no importa?.-pregunte señalando a Carol
-hummmm, claro que no. Solo vamos a traer tu carpeta y ya. No creo que a los chicos les moleste. Bueno eso digo.-respondió Georg dudoso
-huy, Danni, será mejor que te espere no crees-dijo Carol
-no, tu vienes conmigo.-dije mientras la jalaba de nuevo del brazo hacia la camioneta de Georg. No iba a permitir que le hicieran el feo a mi amiga. Además la necesitaba.

Al llegar al estudio de grabación, y después de estacionar la camioneta. Georg nos guió hacia el “lobby”.
-esperen aquí un momento, le diré a Bill que ya estás aquí.-dijo mientras se dirigía a recepción.
-no será necesario hobbit.-habló Bill mientras se dirigía hacia nosotros. Llevaba mi carpeta consigo.
-Hola.-saludó y después se quedo mirando a Carol.
-hammm, Hola, bueno, ella es mi amiga, Carol.-dije presentándola.
-hola Carol.-la saludó Bill con una sonrisita.
Carol se quedó inmóvil, como si estuviera petrificada.
-jejeje, ella,hamm es así.-dije disculpándola mientras disimuladamente le daba un ligero codazo en las costillas. Para que reaccionara.
-no importa, toma, aquí está tu carpeta.-dijo mientras me la entregaba.
-Oh! Muchas gracias. En serio
-no hay de qué. Hamm, ¿quieren tomar algo?.-invitó Bill
-Oh, bueno, no es por ser groseras, pero es que ya nos tenemos que ir.
-bueno. Pero antes…Dánica…hammm… me gustaría que me dieras tu  opinión sobre algo.-dijo Bill vacilante sin apartar su linda mirada. Wow, empezaba esa ligera sensación extraña en el estomago.
-ha, si, claro.-acepté un poco confundida.
-quiero tu opinión como fan. Mira, estas son algunas de las letras de canciones que he escrito. La verdad no se si son lo suficientemente geniales para incluirlas en el nuevo álbum. Por eso quiero saber tu opinión.-me pidió mientras me enseñaba unas hojas.
Leí detenidamente las 2 canciones. Ambas eran hermosas y expresivas. Al parecer dirigidas a alguien especial. ¿Quién sería?. ¿Es que al fin sabría el gran secreto que toda fan tokiohotelera quiere saber? ¿Por fin podré saber quién es la chica que le robó el corazón al enigmático Bill Kaulitz? Me encontraba en una conmoción total.

-¡¿y desde cuando pides ayuda a una fan para elegir las canciones?!.-escuché la voz malhumorada de Tom
-es más, ¿quién te crees tú para sentirte con el derecho de revelar lo del álbum?, pues se supone que habíamos quedado en no decir nada sobre eso por ahora.-prosiguió Tom
-baaah, vas a empezar de nuevo con lo mismo. Lárgate de aquí Tom.-se quejó Bill
-no hermanito, sabes, esto no se trata solamente de ti, sino de toda la banda. Y después no digan que no se los advertí. –dijo Tom con tono violento.
-no tienes que advertirme nada, últimamente ya no te entiendo hermano.-respondió Bill.
-Bill, soy yo el que ya no  te entiende, ¿es qué no te das cuenta? ¡Por favor abre los ojos! No te dejes engañar.-suplicó Tom muy enfadado.
-Tom, es muy diferente a lo que tú piensas, en serio; y la verdad estoy muy seguro de eso.-contestó Bill mientras me lanzaba una miradita fugaz.
Yo estaba totalmente confundida.
-sinceramente, yo pienso lo mismo.-dijo Georg poniéndose alado de Bill
-la verdad que no puedo creer la estúpida actitud que están tomando.-dijo Tom al mismo tiempo que dirigía su mirada hacia Carol y hacia mí. Me quedé petrificada igual que ella. - ¡ja!, mira. Y ya son 2, después ya no vamos a poder controlar esto. Son como una plaga.
-¡ya basta Tom!, últimamente estás irreconocible. Desde ese incidente, ya no eres el mismo.-gritó Bill
-¿Cómo quieres que vuelva a ser el mismo?, ahora este tipo de situaciones las tengo que manejar con  más seriedad.
-pero a veces pienso que te sobrepasas. Y lo entiendo, nuestra vida ya no es como antes, pero aún así, no las hemos tratado de llevar “leve” para no perder la cabeza.-contestó Bill.
Hubo un momento de silencio en donde Bill y Tom se quedaron observando mutuamente. Ambos con expresión de enojo.  Quizá se comunicaban con una simple mirada. Común en esas relaciones fraternales.


Finalmente, Tom negó con la cabeza sin apartar su mirada furiosa de Bill.
-me largo de aquí, antes de sea capaz de llamar a los de seguridad.-dijo Tom, rompiendo con el silencio que había en la habitación, pues hasta las recepcionistas se habían quedado atónitas.
Y Tom, salió de nuevo de la habitación, igual como lo hizo la vez anterior. ¿Qué era lo que sucedía? ¿a caso era yo la causante del problema?. Al pensar esto, un doloroso sentimiento de culpabilidad me embargó. ¿Era posible que la persona a quien yo amaba mas en este mundo, irónicamente me odiara? ¿Cuál era la razón?.
Mi instinto me decía que tenía que huir de ahí lo más rápido posible si es que no quería empeorar más las cosas.

-creo que, no debimos haber venido.-dije tartamudeando
-no digas eso, Tom está loco, y además nunca piensa antes de hablar.-dijo Georg
En ese momento, se escuchó el sonido del elevador que se detenía, y de ahí salió Gustav con una cara de emoción.

-¡Chicos!, David llamó para que nos presentemos en la disquera, es hora de firmar el contrato.-al percatarse del ambiente de la habitación, agregó-wow, y ¿aquí quién se murió? O que pasó.
-lo de siempre. Tom.-contestó Georg poniendo los ojos en blanco.
-Oh! Ya veo.-dijo cuando posó su mirada sobre nosotras. Carol aún seguía sin habla y tuve que corroborar si aun respiraba.
-Hola Dánica.-me saludó y después se dirigió hacia Bill, quién tenía una expresión de tristeza.
-Hammm, si quieres ve a hablar con Tom, nosotros las llevaremos  de regreso a sus casas.-y después comenzó a hablarle en alemán. Bill asintió una vez y después se dirigió hacia mí.
-nos veremos luego.-y se despidió de mi con un beso en la mejilla. Me quedé sin habla sorprendida por lo que acababa de experimentar.
También se despidió de Carol con una sonrisa y un movimiento de mano.  Y salió corriendo de tras de Tom
Georg le dijo algo en voz baja a Gustav, y él respondió.

-si, ya me di cuenta. Además, el se lo merece. Solo esperemos que sea bien correspondido.-
“¿Qué?” .pensé.


Los chicos insistieron en llevarme hasta mi casa,  yo accedí y los guié, pues estaba preocupada por Carol, porque no había dicho nada en el camino. Cuando llegamos a la casa, supliqué que ni Kate ni mi padre aun hubieran llegado, pues quería evitar el incómodo interrogatorio sobre la identidad de quienes me había traído a casa en ese auto tan lujoso. Y mis suplicas fueron escuchadas, pues cuando llegué, en la casa no había ni un alma.
Invité a los chicos a pasar, pero no quisieron pues tenían que llegar rápido a la disquera para firmar el contrato. Así que me despedí de ellos y agradecí  por habernos traído, a mí y a Carol.

-wow, ¡qué experiencia!.-dijo por fin Carol con un suspiro
-¡ALELUYA!, hablaste
-ups, lo siento, pero es que, en verdad me sentía un poco incómoda en esa situación.
-¿un poco?, te quedaste como congelada, bueno, yo igual.-dije
-sí, me di cuenta; y ahora ¿qué piensas hacer?-me preguntó Carol
-pues, hacer como si esto un hubiera ocurrido nunca. Me refiero a olvidar que los conocí y evitarlos, para ya no causarles más problemas.-dije con seriedad. Y eso estaba dispuesto a hacer, no quería causarles más problemas y no quería que Tom me odiara más de lo debido. Pues ya  había roto mi corazoncito en mil pedacitos.
-Oh!, ¿en serio?, bueno, es que no me refería a eso…
-entonces ¿a qué te referías?
-¿no te diste cuenta?
-de que…
-pffff, olvídalo.
-¿de qué hablas?
-de nada, mañana nos vemos.-se despidió Carol.

El resto de la semana, tuve que dedicarla tiempo completo a la universidad, no quería que mi mente recordara lo que había ocurrido el lunes, pues la verdad estaba dispuesta a olvidarlo y a olvidarlo todo, como si nunca hubiera pasado.
Tuve que borrar las canciones de Tokio Hotel que tenía en la memoria del celular y de la computadora, también escondí mis discos y DVD´s, eliminé toda evidencia que me hacía recordarlos. Aunque me doliera hasta el alma. Igualmente, quité todos mis posters y los eché a la basura. Carol estaba preocupada por mi actitud, pero la verdad, no le hice mucho caso.

Pasaron semanas, sin cosas importantes que contar. Pero un viernes, a la hora de la salida, Carol me fue a buscar corriendo a la biblioteca.

-¡vaya! Aquí estas. Te he estado buscando.-dijo apurada
-¿a si? Y porque
-tienes que venir rápido, alguien te busca.-me dijo con una sonrisita
-¿Quién?.-dije confundida ¿será mi padre?¿Anna?¿mi madre?
-Oh!, ven a averiguarlo tú misma
-Carol, me estás asustando

Salimos corriendo de la biblioteca y nos dirigimos al estacionamiento. Carol me guió hasta donde se encuentran los lugares reservados para los profesores.

-¿qué demonios hacemos aquí?.-pregunté algo malhumorada
Pero de pronto desvié la mirada y vi  un auto negro, muy lujoso.
-wow…..-dije, pero de pronto….
Me quedé inmóvil cuando reconocí al propietario del auto.


CAPITULO 7

"SOY TU AMIGA"

“todo el mundo quiere tener un amigo,
Pocos se toman la molestia de ser uno”

-“wow, Dánica. En serio ¿te encuentras bien?, es que la verdad. Bueno no lo tomes a mal, pero….” Y la interrumpí antes de que terminara la frase que era fácil adivinar.
-es verdad, no te estoy mintiendo Anna. ¿Por qué no me crees?
-“huum, Danni, no es que no te crea, pero me parece que eso de estudiar medicina te está afectando, tal vez sea estrés”
-Hay Anna.-hice una pausa y cerré los ojos un poco resignada.- bueno, supongo que no debí decirte esto. Yo sabía que no me ibas a creer.
-“Dánica, perdón, pero es que la verdad, lo que me estas contando es para ti… bueno prácticamente, es imposible que te pase”
-ya, basta. ¿Cómo puedes decir eso?....ush! sabes ¿qué?. Mejor ya me voy, tengo muchas cosas que hacer. Bye.- y le colgué el teléfono groseramente. Acción que
Tiempo después me arrepentí hacer.

Creo que ciertamente, Anna tenía razón, lo que me había pasado era imposible, bueno, mejor dicho “increíble” puesto que ya había sido posible. Sin embargo, el que ella no me creyera, me hacía sentir triste, porque yo  la consideraba como una hermana a la cual le contaba todos mis problemas y experiencias.
Así que esa noche no dormí nada, no solo porque Anna me había dado la etiqueta de loca, sino también por la sorpresa que me lleve cuando la venda descubrió mis ojos, pues pude ver al verdadero Tom Kaulitz, del cual yo estaba  enamorada o  más bien dicho “deslumbrada”, pues ahora lo veía todo con claridad; ese Tom que veía plasmado en una hoja de poster, o en el monitor de la computadora o de la pantalla de la televisión, era simplemente más que una mentira, una máscara la cual ocultaba la verdadera personalidad del famoso y guapo guitarrista de Tokio Hotel.
 Me sentía verdaderamente desilusionada, pero ¿y si Bill tenía razón? ¿Era posible que solo estuviera molesto en ese instante?, eran varias preguntas pero ninguna respuesta. Sin embargo yo lo creía imposible, pues la mirada de Tom ese día reflejaba un repudio directo.
Los primeros rayos del sol, se hacían presentes a través de mi ventana. Me levanté a prisa y me di  un baño de agua tibia, me vestí y me dispuse a ordenar mis cosas para irme a la escuela. Genial, ahora tenía que pedirle todos los apuntes a Carol, para copiarlos, eso me pasa por distraída y olvidar la tonta carpeta.
Bajé a desayunar, pero había algo raro, ni mi padre ni Kate estaban despiertos todavía ¿tal vez era demasiado temprano?, mire el reloj y eran las 7:30am, la misma hora a la que bajo a desayunar cuando tengo que ir a la universidad.
¿Se habrán quedado dormidos?, pensé, en ese momento le eche un vistazo a la fecha en mi celular
-genial, hoy es domingo y yo pensando que ya es lunes.-dije burlándome de mi misma. Volví a mi recamara y salí por mi balcón que daba hacia el pequeño patio trasero de la casa. Me quedé mirando a la deriva. ¿Era a caso que aun no me caía el 20 sobre lo que había pasado ayer?, esta cuestión me preocupaba demasiado y si no hacia algo pronto, tal vez enloquecería de verdad. Me puse a terminar lo que tenia de tarea hasta que dieron las 10 de la mañana y por fin escuche que mi padre y Kate se habían despertado. Baje a tomar mi desayuno con ellos.

-good morning everyone.-saludé
-good morning Danni.- respondió Kate con una sonrisa
-Buenos días hija, ¿cómo va ese golpe? Déjame verlo.-dijo mi papá mientras me apartaba el flequillo de la frente.
-hummm, pues ya no me duele mucho.-respondí
-ha bajado la inflamación, ayer parecía que tenias 2 frentes.-dijo mi padre riéndose.
-¿eso qué papá? No te burles las  tonterías que le pasan a tu hija.-dije haciendo pucheros falsos
-bueno, no a cualquiera se le aparece un poste en medio del camino mientras va caminando distraída, ¿verdad?-se burló mi padre
-es que eso fue lo que pasó, en serio
-bueno, ya no pelemos sobre eso y hay que ponernos a desayunar estos Hot-cakes que acabo de cocinar. Roger me ¿me pasas la miel por favor?-pidió Kate

El desayuno pasó sin acontecimientos importes. Cuando acabé de desayunar, le dije a mi padre que iba de compras a Beverly Hills con Carol.
Al llegar a la zona habitacional de estudiantes, me dirigí al pequeño departamento de Carol.
-Buenos Días niña dormilona, cámbiate porque vamos de “shopping” sorpresa a Beverly Hills.- dije sorpresivamente cuando abrió la puerta de su departamento todavía en pijama.
-¿Eh?,¿ “shopping”?.-preguntó adormilada
-si, vamos a comprar ropa o algo , quiero distraerme un poco.-dije emocionada
-hamm, Ok, deja me cambio, es que acabo de despertar.-dijo con un bostezo
-Wow, si que te despiertas tarde en los domingos, imagínate, yo me levante hoy temprano pensando que era lunes.-dije divertida. Ambas nos reímos.

Visitamos tiendas de ropa de la calle “Rodeo Drive”, como:”CHANEL” y “CHRISTIAN DIOR”. En las cuales solo compramos 2 prendas para cada una, pues son tan caras que parece que estuvieran hechas de oro y diamantes. Visitamos otras tiendas de ropa, las cuales estuvieron dentro de nuestro presupuesto.
Dieron las 3 de la tarde y decidimos tomar un descanso  para tomar algo refrescante.
-no entiendo porque no te gusta usar escotes en las blusas,  se te verían bien.-le pregunté a Carol
-¿Cómo crees?, yo así me quedo, no me gustan, son muy…..”Reveladores”. no se si esa es la palabra correcta.-musitó tímidamente
-¿eso qué?, yo solo digo que se te verían bien, además, hay escotes que son pequeños.
-algún día usaré.
-¿a si?, que te parece mañana
-hammmm. Me esperas aquí un momento, tengo que ir al baño.-dijo cambiándome de conversación
-huy, bueno, aquí te espero.- respondí resignadamente
Ella se levanto de la banquita en donde estábamos sentadas y fue a los baños públicos del parque en donde nos encontrábamos. Mientras tanto, yo me puse a mirar a unos chicos que pedían autógrafo a alguien que parecía Ashley Tisdale, y en efecto era ella. Aquí en Beverly Hills era común ver  este tipo de escenas. Creo que me estaba acostumbrando. Inesperadamente, alguien se interpuso entre lo que estaba viendo, levanté la vista y me quedé atónita al ver a George enfrente de mí.

-Hola, pensé que jamás te volveríamos a ver.-saludó
-hola. Hammm ¿“Volveríamos”?.-pregunté pues ni no vi a nadie más con él.
-ah, sí. Bill está comprando algo.-dijo señalando hacia una tienda.-mira ahí viene
Georg,  hizo señas con la mano para que Bill se dirigiera hacia nosotros. Mi corazón empezó a palpitar rápidamente. Tal vez emoción.

-¡Dánica!, que gusto verte de nuevo.-saludó Bill
-Hola.-contesté tímidamente
-Oye, por cierto, tu carpeta la olvidaste en estudio.-dijo Georg
-¡Cierto!, sabía que había sido ahí, jejeje.-dije
-bueno si quieres mañana te vemos aquí y vamos por tu carpeta, es que ahorita llevamos prisa.-dijo Bill un poco nervioso. Volteando hacia todas partes como escondiéndose de algo o alguien.
-Oh! No se molesten, no era importante.-dije mordiéndome la lengua, pues en verdad si era importante. Pero al parecer me ignoraron.
- entonces mañana te esperamos aquí a esta hora, ¿de acuerdo?.-dijo Georg, ahora el también un poco nervioso
-bueno, pero…-y no pude terminar
-discúlpanos, nos tenemos que ir, no queremos que te molesten. Nos vemos mañana.-se despidió Bill
-Ok. Bye.-me despedí confundida por la forma en la que estaban actuando.
-Bye.-se despidió Georg. Y ambos se fueron
“molestarme”¿Quién iba a molestarme?. Pensé
-Wow, se parecen a los chicos de los posters de tu habitación amiga.-dijo Carol  ¿a qué hora había llegado?
-Huy, perdón, no me di cuenta de que ya estabas aquí.-me disculpé
-acabo de llegar, ¿Quiénes eran?
-bueno. Es que, seguramente me vas a tomar de loca, pero..hammm.-dije dudosa
-no importa, tu cuéntame.-me invitó con una sonrisa en su rostro.  Asi que decidí contarle toda mi experiencia del día anterior.

-interesante, bueno más bien dicho “fascinante”.-comentó ella cuando por fin acabe de contarle lo que había pasado.
-increíble.- complemente
-si, es increíble que no me hayas contado nada de esto.-dijo un poco seria  y con la mirada perdida
-Oh!, es que lo que pasa, bueno, pensé que no me ibas a creer. Si Anna me dijo “loca”.
-yo si te hubiera creído.-musitó Carol
-lo dices porque acabas de ver que es real.-le respondí
-te equivocas.  Aunque no me hubieras dado pruebas, yo te hubiera creído. Eres muy sincera y jamás me has mentido. Así que ¿Por qué no habría de creerte?. –respondió ella, y yo me quedé muda.
-además, soy tu amiga, y te conozco a pesar que no llevamos mucho tiempo juntas.-dijo con una sonrisa. Yo me la quedé observando por un instante y después le di un abrazo
-gracias.-musité
-¿de qué?, te conozco y bien. Sé que estás loca.-y se echó a reír
-a ha, que graciosita.-respondí y después me uní a su risa

domingo, 7 de agosto de 2011

CAPITULO 6

ENCUENTRO


...Era Bill 

-hablando del rey de roma y mira quien se asoma.-dijo Georg
-eh?, que quieres decir con eso Hobbit.- preguntó Bill, sin aun percatarse de mi presencia pues se veía en realidad muy distraído leyendo  unas hojas de papel que tenía  en las manos
-hey, Bill. ¿Dónde demonios esta tu hermano? Tenemos que darles una noticia.-dijo Gustav
-que noticia, de que ha…..Oh, lo siento. ¿Quién es ella?.-preguntó al percatarse de mi presencia.
-una amiga nuestra que acabamos de encontrar. Básicamente es su perdición.-respondió Georg.
Wow, me había llamado “amiga” y apenas los acababa de conocer formalmente.
Bill se acercó hacia mí con paso vacilante, en ese instante recordé lo que había pasado aquella vez en el meet&greet, seguramente el ya no se acordaba de aquella experiencia tan vergonzosa que pasé.

-Hola.- me saludó al momento que se quitaba las gafas obscuras que traía puestas y me tendía la mano para estrechársela.-Bill Kaulitz.-se presentó
Nerviosamente, estreché su mano al tiempo que dirigí mi mirada hacia la suya. Al encontrarme con sus ojos café claro me di cuenta que se había percatado de algo. ¿seria que me habría recordado.?pero eso era imposible. Así que no lo tomé muy enserio

-Dánica.-me presenté. Intentando controlar mi emoción.
Al momento que respondí, él se me quedó viendo aun con más intensidad. Y me dedicó una sonrisa. Wow, como amaba esa sonrisa muy característica de Bill. Genial, otra de esas y mi pequeño autocontrol de fan se me saldría de las manos.

-¿nos conocemos de alguna parte? Tu…mirada me es familiar…me eres familiar.-dijo Bill sin apartar la vista de mi.
Yo me quedé sin habla. Perdida en su mirada.
-¿la conoces?-preguntó Georg sorprendido
Bill, se quedó pensativo. Y yo desvié la mirada hacia Georg.
-bueno, la verdad…….no estoy muy seguro.-respondió Bill confundido, apartando la vista por fin de mi.
-humm, .-musitó Gustav pensativo y después agregó.- Bien, ¿en dónde estábamos?, a si. ¿Dónde está Tom? Queremos que nos paguen la apuesta en este momento.
-venía detrás de mi….a, ahora entiendo-respondió Bill; en ese momento, Tom entró.
-¿qué yo qué?.-preguntó Tom un poco malhumorado
-Tú  y Bill , deben pagar la apuesta.-repitió Georg
-Baaaaah; ahorita no tengo tiempo para apuestas!!!
-pues qué lástima, entonces Dánica vino aquí nada más a perder su tiempo.-dijo Georg
-¿quién?.- y desvió su mirada hacia mí.
Un choque de emociones recorrió todo mi ser. Tom , Tom, Tom,…era todo lo que tenía en mi mente. Era increíble, y entonces mi autocontrol se esfumó repentinamente y actué por instinto.
Corrí hacia él con los brazos extendidos como una niña pequeña corriendo a abrazar a su muñeco preferido. En ese momento nada más importaba.
Cuando llegué hacia él, lo abracé por la cintura gritando que lo amaba (en español). Sin embargo, instantáneamente sentí su rechazo y volviendo mi cabeza a su lugar, lo dejé en paz y retrocedí muy apenada. Sentí como me ruborizaba.

-¿pero qué demonios?....¡¿qué clase de juego es este?!.-gritó Tom muy enfadado.- ¡¿ni siquiera aquí puedo tener un minuto de paz?!
-tranquilo, hermano..-dijo Bill acercándose a él
-¡¿qué es lo que pretendían?! ¡Ella no tiene nada que hacer en este lugar!.-volvió a gritar Tom. Cuando dijo esto me sentí culpable y a la vez triste. Este no era el Tom con el cual yo soñaba. Era otro muy distinto, irreconocible se podría decir…
-no es para tanto Tom.-dijo Gustav
-¿ah no?, pues yo me largo de aquí. A algún lugar donde en verdad la palabra “privacidad” signifique algo.- y salió de la habitación cerrando la puerta con fuerza.
Hubo un momento de silencio, y después todos voltearon a verme.

-Bueno, al parecer, creo que ustedes tenían razón.-dijo Gustav a Bill
-humm.-dijo Bill y después se acercó a mí.- descuida, ya estaba de malhumor. No te culpes por nada. Ok?
Yo asentí mientras una pequeña lágrima cristalina se deslizaba por una de mis mejillas.
Bill me observó y levantó cuidadosamente mi mentón.
-Tom, en verdad no es así. Créeme.-dijo Bill para tranquilizarme porque yo en  ese momento quería soltarme a llorar como una niña pequeña totalmente decepcionada.
Yo volví a asentir, Bill me volvió a sonreír. Después se dirigió a Georg y  Gustav a quienes les dijo algo que no pude entender, otra vez estaban hablando en alemán.

-ja!! Y luego Gustav. Ni siquiera tiene licencia.-dijo Georg
-entonces tu, yo tengo que ir a ver a David urgente.-dijo Bill
-Bueno, ¿Dánica te llevo a tu casa?..-dijo Georg dirigiéndose a mi.
-bueno, es que la verdad. Me dirigía a Beverly Hills.-dije apenada
-no importa, te llevo.-dijo Georg

Agradecí profundamente a los chicos por su ayuda y salimos hacia Beverly Hills. Georg fue muy amable al llevarme.
Cuando llegue a mi casa, mi padre y Kate no estaban, pues aun no llegaban del trabajo. Así que me dispuse a hablarle a mi madre por teléfono. Necesitaba escuchar su voz. Igualmente le hable a Carol para avisarle que ya estaba en casa.

Ya en la noche, y después de un examen de preguntas hecho por mi padre para descartar un problema causado por el golpe en la frente*, me dirigí hacia mi bolsa que había traído conmigo el día de hoy para ver los apuntes de la carpeta. Sin embargo la carpeta no estaba dentro, ni en el escritorio ni en ninguna parte de mi recámara.  ¿Donde se había quedado?, no fue hasta que hice un recuento de los lugares en los que había estado….
-¡HAY! No……mis apuntes… genial ¿ y ahora que voy a hacer?.-dije estando consciente de que jamás la iba a recuperar de nuevo. Pues la había olvidado en…………… aquel estudio de grabación.

Estaba aun muy confundida por lo que me había pasado el día de hoy. Se suponía que debería estar emocionada y eufórica, pero no era así. Tenía que contarle a alguien sobre lo que me había pasado y pues, mi padre y mi madre no eran una buena opción por varias razones. En este caso estaban en mi lista “ANNA Y CAROL”……pero ¿Cuál se las 2 sería capaz de entenderme y ayudarme?.


CAPITULO 5

"2º ENCUENTRO....LAS GRANDES EXPERIENCIAS SIEMPRE OCURREN EN LOS MOMENTOS MENOS ESPERADOS"
“la vida no se mide por el número de veces
Que respiras, sino por el número de momentos que
Te dejan sin respiración”




“creo que tenía algo que hacer” “no quiero levantarme””otros 10 minutos mas””seguramente Carol va a entender” ,me encontraba adormilada pensando serenamente.
-¡¡¡¡MIERDAA!!!, Carol me debe estar esperando ya, y es tardísimo.-dije mientras me levantaba tan rápido que hasta tuve un pequeño mareo. Me metí a bañar lo más rápido posible y me cambié y arregle en un tiempo record. Tomé mi bolsa y baje corriendo las escaleras.
-¿no vas a desayunar?-me preguntó mi padre
-no papá, ya es demasiado tarde y Carol me va a matar.-dije muy apurada
-tan siquiera llévate una fruta o algo, no quiero que te vayas a desmayar.- preavisó mi padre.
-si una fruta si.- tomé la fruta y me despedí de mi padre.

Salí corriendo y tome un taxi. Cuando llegue con Carol y la doctora, me disculpé con ellas por mi retraso y después nos fuimos hacia Hollywood.
La conferencia era sobre “ la salud en el siglo XXI”, estaba muy interesante pues se habló sobre el cáncer, las ITS y todas las enfermedades relacionadas a las grandes pandemias que desde ahorita ya se están pronosticando, una plática que más bien seria definida como una posible causa del fin de la humanidad.
Los expositores, obviamente, eran médicos con doctorados, muy bien preparados.
Al final de la conferencia, Carol y yo estábamos esperando a la doctora Williams y Mi estomago empezaba a recordarme que no había desayunado más que una fruta, asi que estaba impaciente por irme y encontrar un buen lugar para comer.
-Carol, come here please.-llamó la doctora a mi amiga
-ok, wait a minute please.-contestó Carol mientras se levantaba de su asiento
-mmmm oye, no te importa si me adelanto a irme, es que me gustaría comprar algo para desayunar.-le dije a Carol. En ese momento ella solo me miró y rápidamente saco un mapa de su bolsa.
-Ok, toma, llévate esto.-me dijo ofreciéndome el mapa
-Oh, no te preocupes se cómo llegar a Beverly Hills, no necesito un mapa.-repuse muy “sabelotodo”
-Mmmm, OK, entonces, me llamas cuando llegues a tu casa.-
-claro.-afirmé
-cuídate.-dijo ella y se despidió de mi
-bye.-y salí de aquel lugar.

Pensaba en llegar al lugar donde salía el transporte directo hacia Beverly hills, pues se me había olvidado la tarjeta de crédito y no me alcanzaba para tomar un taxi si quería comprar algo de comida en una cafetería de ese lugar donde preparaban ricas hamburguesas. Claro que recordaba como llegar de casa hacia la Beverly Hills, a este lugar ya casi lo conocía como a la palma de mi mano. Pero ahora la pregunta era ¿Cómo llegar a la parada de transporte de Hollywood?. Comencé a caminar sin rumbo fijo, pues esperaba encontrarme con algo conocido que me ayudara a guiarme,

“bien, recuerdo que pasamos por un estudio de grabación cuando dimos vuelta a la esquina”. Reflexioné. “Tal vez sea por aquí, si, aquí hay un estudio de grabación, entonces tengo que dar vuelta a la derecha en la siguiente esquina y ahí debe estar la parada de autobús”  caminé deprisa esperanzada que lo que había estado pensando fuera cierto. Cuando di vuelta a la esquina, no encontré ni rastros de la parada de autobús, creo que solo era la entrada trasera al estacionamiento de los estudios de grabación.
“mierda, ahora se la utilidad de los mapas” me dije a mi misma un poco molesta. 

Detuve mi paso porque me sentí de pronto cansada. “bueno, en ese caso tendré que preguntarle a alguien en donde demonios estoy y le pediré que me ayude a llegar”. Genial.  Estuve esperando ver a alguien o ver pasar a alguien pero no tuve mucha suerte. Entonces decidí volver a regresarme para pedir informes en el estudio de grabación. Apenas había dado 3 pasos cuando un  mareo repentino hizo que me tuviera que apoyar sobre una rejilla que protegía un jardín en la acera. “maldición, no ahora”. supliqué.  Cerré fuertemente los ojos mientras me encontraba apoyada con una mano en la rejilla.
-pffff-resoplé. En ese instante un sudor frio recorrió la piel de mi espalda haciéndome estremecer. Traté de abrir los ojos pero lo único que pude ver fue la entrada del estacionamiento y al fondo 2 luces, tal vez de un auto, pues no alcancé  a ver más porque repentinamente todo a mi alrededor se tornó negro. Parecía que caía en un pozo profundo y no podía hacer nada para detenerme. Me sentía tan vulnerable, flotando en el abismo. 

 No obstante una voz a lo lejos me hablaba pero no lograba entender lo que decía así que esperé a que se hiciera presente de nuevo, y asi fue, lo escuche aún más claro, era una voz varonil ¿mi padre tal vez? ¿Cómo me había encontrado?, pero por 3º vez escuche la voz, no era de mi padre; era una voz que jamás había escuchado ¿o tal vez si? No estaba segura. Empecé a inquietarme y pronto pude recobrar de nuevo la conciencia, genial: me había desmayado otra vez. Abrí mis ojos lentamente y vi que un chico rubio de pelo corto y de lentes me observaba. Sostenía mi cabeza con sus manos, parpadeé y trate de incorporarme, pues me encontraba tendida sobre el suelo,  pero el chico no me dejó. Desvié la mirada y vi que no estaba solo, otro chico de cabello café me observaba detenidamente con una expresión de preocupación. Éste sostenía un teléfono celular en la mano.

-Señorita.- volvió a llamarme el chico rubio
-mmmm-me quejé y trate de incorporarme de nuevo- estoy bien, creo que no paso nada.
Esta vez, el chico me ayudó a incorporarme y quedé sentada en la acera, el chico se sentó a mi lado pues se encontraba en cuclillas. Me daba vueltas la cabeza.


-Gustav,¿ llamo a emergencias?.-preguntó el chico de pelo café.
-¡¡no será necesario, ya estoy bien.!!! Gracias .- me apuré a responder
-¿estas segura?.-  me preguntó Gustav
-Claro, solo fue un bajón de azúcar. Nada mas.-dije cerrando de nuevo los ojos.
-Mmmm, ¿solo eso? Creo que tengo que agregar también un buen golpe en la frente.-mencionó Gustav apartándome el cabello de la cara.-creo que deberíamos llamar a emergencias.
-No, ya les dije que no es necesario. Estoy bien. Ahora si me disculpan. Ya me tengo que ir.-tomé mi bolsa e hice ademán de ponerme de pie, pues no estaba completamente segura de que lo lograría..-GRACIAS.-enfaticé
-Pero que necia, ¿Cómo crees que te vamos a dejar ir asi?, esta bien, no llamaremos a emergencias, pero si te pondremos algo de hielo en ese golpe. Ven vamos a dentro-dijo Gustav
-No, no es necesario, en serio. Además tengo que llegar a mi casa.-dije resistiéndome.
-Georg, llama al 911.-ordenó
-uzhh, bueno, ire contigo.-dije resignada.
Los chicos me ayudaron a ponerme de pie, en ese instante la mente se me aclaró un poco más y me di cuenta de algo realmente aterrador. Al mirar de nuevo la cara de esos chicos supe que los conocía, me quedé sin respiración cuando corroboré esto. Eran Gustav y Georg.  “MIERDA” ¿Por qué a mi?.Pensé.
-¿te pasa algo?¿te sientes bien?-preguntó preocupado Georg. Yo no quería saber cuál era mi expresión en aquel momento. Así que tuve que recordarme a mi misma que tenía que volver a respirar.
-Wow, creo que el golpe fue muy duro, tienes una cara de asustada, creo.-comentó Gustav
En ese momento, un ataque de locura se apoderó de mi y comencé a reírme sola.
Georg y Gustav, se me quedaron viendo confundidos.
-ok, dinos que es tan gracioso-peguntó georg aun más preocupado
-jajajajajjaja. Es que esto no es real, tal vez este soñando. Si tal vez sea eso..-me encontraba con un ataque de hilaridad que ni yo misma sabia porque.
-bueno, si tu lo dices. Eso pasa comúnmente cuando se encuentran con nosotros.-mencionó Georg presumidamente.
-guarda silencio, tal vez ella no sepa ni quien somos; no la asustes.-dijo Gustav seriamente.- creo que el golpe te afectó un poco la cabeza chica, ven vamos adentro para que te recuestes un poco y se te aclaren las ideas.

Me quedé atónita al oir esto. ¿en serio era un sueño?, disimuladamente me pellizque el brazo para despertar, pero me di cuenta que este momento en verdad estaba pasando y que estaba más que despierta porque el pellizco me dolió hasta los mil demonios. Instantáneamente sentí como el calor inundaba  mis mejillas. ¿Por qué a mí siempre me tiene que pasar?

-ups.-fue lo único que salió de mi boca
-eh?.- dijeron los 2 al mismo tiempo
-bueno no importa, vamos a dentro porque afuera no es muy seguro que digamos.-dijo Georg
Gustav se ofreció de apoyo para ayudarme a caminar, pero mis terminaciones nerviosas estaban desconectadas y no podía proferir ningún movimiento. Que estúpido. Gustav debió pensar que me estaba resistiendo así que no dudó en pasar su brazo por mi cintura y empujarme un poco para que caminara. Y asi fue. Caminamos hacia adentro del estacionamiento y después tomamos un elevador que nos dejó en una especie de sala.

-Toma asiento.-me dijo Gustav guiándome hacia uno de los 3 sillones que ahí había.
-gracias.-respondí por fín. En ese momento llegó Georg con un vaso de agua y me lo ofreció.
-gracias.-dije de nuevo, mientras tomada a tragos pequeños el agua. Pues aun me sentía un poco mareada.
Gustav se acercó a Georg y le dijo algo que no pude entender (pues estaban hablándose en alemán), cuando terminó de decírselo, Georg salió de nuevo de la habitación.
Hubo un momento de silencio. Hasta que por fin Gustav habló
-¿así que un bajón de azúcar?¿te sucede a menudo?.-preguntó
-a veces, pero es solo cuando no desayuno.- respondí con voz nerviosa
-Oh, bueno así que no has desayunado..-dijo con un tono sorprendido. ¿Qué estaría pensando sobre mi?¿que era una indigente?
-hamm, es que se me hacia tarde para llegar a una reunión. Es por eso que no tomé mi desayuno en casa.-repuse
-bueno, de todos modos ya te pedí algo para que comas. También pedí el hielo.-dijo con una sonrisa
- OH. Gracias, pero ya me tengo que ir. Solo los estoy importunando.-dije mientras me levantaba del sillón y tomaba mi bolsa, la cual estaba abierta y mi carpeta de apuntes cayó al suelo regando todas mis hojas sueltas.
-oh, semejante tonta.-me dije a mi misma
Gustav, recogió las hojas que estaban a su alcance y se las quedó mirando por un instante después me las entregó
-pues que necia eres. No nos importunas en nada, es más, te estamos ayudando.-repuso.
En ese momento llegó Georg  y una mesera que jalaba un carrito con un platillo servido. En el carrito también traía una bolsita con hielo. Georg me la dio y yo me la puse sobre el golpe en mi frente. La mesera se retiró y los chicos solo se me quedaron observando.


-pensé que jamás nos encontraríamos a alguien así, me cae bien.-le comentó Gustav a Georg sin parar de observarme
Me puse nerviosa  y para disimular comencé a comer del platillo que me habían servido. Era una ensalada muy colorida y rica.
-humm.-dijo Georg mientras miraba a Gustav. Quien a su vez le decía algo en alemán
Después de unos minutos. Gustav le enseñó una hoja de las que se me habían caído (la había escondido detrás del cojín del sillón), y después me la entregaron.
-gracias.- dije, pero al observar la hoja, me di cuenta de lo que pasaba. Genial, había descubierto mi colagge de TH
-para ser una fan, debemos de reconocer que eres muy discreta-dijo Georg con una sonrisa en el rostro
-ya ni nuestras novias.-dijeron ambos con una voz burlona.
-bueno, soy  muy considerada, creo.-dije dudosa
-genial, pues te agradecemos que seas así. Muchas de  las fans, en tu lugar, ya se hubieran abalanzado sobre nosotros o algo así.-dijo Gustav
-bueno, lo haría, pero  me  se controlar..-dije con una sonrisita (aja, si como no, y luego yo controlarme)
-nos sorprendes.-dijeron los 2 al mismo tiempo y después se soltaron a reir. Era una felicidad de triunfo
-Gustav: Esos 2 nos deben pagar la apuesta.-dijo Georg jubiloso
-si, es más vamos ahorita. Son unos tontos. Solo para que vean que nada es imposible.
-jajajaja. Ya me imagino la cara de Tom cuando le digamos que hemos encontrado a alguien capaz de controlarse. Pobre Bill, seguro hasta le va a doler el estómago del coraje.-dijo Georg riéndose
-pues aunque haga berrinche y se la pase fastidiándonos, va a pagar, todo por apoyar a la mierda que tiene por hermano.-dijo Gustav con una mirada vengativa.
-gracias, hammm.. ¿Cuál es tu nombre?.-preguntó Georg
-Dánica
-wow, jamás había escuchado ese nombre. Es lindo.-dijo Gustav

En ese momento, un chico entró apresuradamente en la habitación....