sábado, 27 de agosto de 2011

CAPITULO 8

"SIMPLEMENTE, IMPOSIBLE"

“la idea que se tiene sobre alguien a menudo
Puede resultar mucho más atractiva que la
Realidad de esa persona”
(ghostgirl: el regreso)

Era casi imposible creer todo lo que me estaba pasando últimamente porque solamente, en mis más locos sueños lo veía posible. Sin embargo, y por alguna razón inexplicable, quería pensar que tal vez era una alucinación o algo así, pero había una testigo más de que todo esto, en realidad pasaba.
Hoy era lunes, y no un día normal. Desde que amaneció, mi estado era de completa perdición, me refiero a que estaba completamente fuera de la realidad, levitando en algún lugar lejano de mi mente, en otras  palabras “súper distraída”. Tanto mi padre, como las personas que me rodeaban se habían percatado de esto, sin embargo no me importaba y además, había olvidado lo que habían comentado sobre mí. Si. Estaba completamente “ida”.

-tal vez usted sepa la respuesta a la pregunta, ¿verdad “señorita Duran”?.-me preguntó el doctor la respuesta de cuya pregunta no había escuchado, es más ni siquiera sabía de qué demonios había estado hablando durante la clase.
-hammmm.-fue lo único que pude decir.
-creo que debería prestar más atención, si es que no quiere retirase fuera del aula.-me advirtió el doctor con una mirada amenazadora.
Yo solo asentí e hice ademan de poner atención a la clase, lo cual no funcionó pues me volví a distraer.
Al final de las clases, salí de la universidad en compañía de Carol. Y entonces recordé algo…

-¡Oye!, tienes que acompañarme.-le dije a Carol mientras la jalaba del brazo hacia la parada de los taxis
-¿Qué? ¿A dónde?.-preguntó desconcertada
-tu acompáñame y en el camino te explico ¿sí? Por favor, es importante.

Tomamos un taxi para ir de nuevo a Beverly Hills, y durante el trayecto, le explique que tenía que ir al lugar del día anterior, pues me encontraría con Georg y Bill, quienes me llevarían a recuperar mi carpeta al estudio de grabación.

-wow, pero, ¿Qué no era mejor que ellos te la llevaran hoy al lugar donde los encontraste ayer?. Bueno, yo digo.-razonó Carol.
-pues, si. Pero ya no me dejaron comentarles eso. Se retiraron muy de prisa.-dije recordando la actitud de ambos el día anterior.
-hummm

Al llegar a la banquita del parque, me di cuenta que ya era tarde. Tal vez ya se habían ido. O simplemente lo habían olvidado. Pues no había nadie esperando. Genial ¿cómo pude haber caído?
Carol y yo esperamos por varios minutos, pero nadie apareció
-hummmm, ¿se les habrá olvidado?, o simplemente jugaron contigo.-preguntó Carol muy seria
-no lo sé. Pero mejor ya vámonos. Está claro que no vendrá nadie.-dije resignadamente. Creo que quería llorar de nuevo.
Al momento que Carol y yo nos levantamos de la banca para irnos, escuché que alguien gritó mi nombre. Me volví hacia la voz y con un suspiro de alivio y emoción, vi a Georg acercarse a toda prisa. Carol se quedó pasmada


-wooh!!! Perdona el retraso. Como sabes, eso de ser puntual no se me da.-se disculpó Georg.
-Oh!, no importa.-contesté
-bueno, vamos a la camioneta. Bill ya nos espera en el estudio.
-hammm, si. Oye, ella viene conmigo, ¿no importa?.-pregunte señalando a Carol
-hummmm, claro que no. Solo vamos a traer tu carpeta y ya. No creo que a los chicos les moleste. Bueno eso digo.-respondió Georg dudoso
-huy, Danni, será mejor que te espere no crees-dijo Carol
-no, tu vienes conmigo.-dije mientras la jalaba de nuevo del brazo hacia la camioneta de Georg. No iba a permitir que le hicieran el feo a mi amiga. Además la necesitaba.

Al llegar al estudio de grabación, y después de estacionar la camioneta. Georg nos guió hacia el “lobby”.
-esperen aquí un momento, le diré a Bill que ya estás aquí.-dijo mientras se dirigía a recepción.
-no será necesario hobbit.-habló Bill mientras se dirigía hacia nosotros. Llevaba mi carpeta consigo.
-Hola.-saludó y después se quedo mirando a Carol.
-hammm, Hola, bueno, ella es mi amiga, Carol.-dije presentándola.
-hola Carol.-la saludó Bill con una sonrisita.
Carol se quedó inmóvil, como si estuviera petrificada.
-jejeje, ella,hamm es así.-dije disculpándola mientras disimuladamente le daba un ligero codazo en las costillas. Para que reaccionara.
-no importa, toma, aquí está tu carpeta.-dijo mientras me la entregaba.
-Oh! Muchas gracias. En serio
-no hay de qué. Hamm, ¿quieren tomar algo?.-invitó Bill
-Oh, bueno, no es por ser groseras, pero es que ya nos tenemos que ir.
-bueno. Pero antes…Dánica…hammm… me gustaría que me dieras tu  opinión sobre algo.-dijo Bill vacilante sin apartar su linda mirada. Wow, empezaba esa ligera sensación extraña en el estomago.
-ha, si, claro.-acepté un poco confundida.
-quiero tu opinión como fan. Mira, estas son algunas de las letras de canciones que he escrito. La verdad no se si son lo suficientemente geniales para incluirlas en el nuevo álbum. Por eso quiero saber tu opinión.-me pidió mientras me enseñaba unas hojas.
Leí detenidamente las 2 canciones. Ambas eran hermosas y expresivas. Al parecer dirigidas a alguien especial. ¿Quién sería?. ¿Es que al fin sabría el gran secreto que toda fan tokiohotelera quiere saber? ¿Por fin podré saber quién es la chica que le robó el corazón al enigmático Bill Kaulitz? Me encontraba en una conmoción total.

-¡¿y desde cuando pides ayuda a una fan para elegir las canciones?!.-escuché la voz malhumorada de Tom
-es más, ¿quién te crees tú para sentirte con el derecho de revelar lo del álbum?, pues se supone que habíamos quedado en no decir nada sobre eso por ahora.-prosiguió Tom
-baaah, vas a empezar de nuevo con lo mismo. Lárgate de aquí Tom.-se quejó Bill
-no hermanito, sabes, esto no se trata solamente de ti, sino de toda la banda. Y después no digan que no se los advertí. –dijo Tom con tono violento.
-no tienes que advertirme nada, últimamente ya no te entiendo hermano.-respondió Bill.
-Bill, soy yo el que ya no  te entiende, ¿es qué no te das cuenta? ¡Por favor abre los ojos! No te dejes engañar.-suplicó Tom muy enfadado.
-Tom, es muy diferente a lo que tú piensas, en serio; y la verdad estoy muy seguro de eso.-contestó Bill mientras me lanzaba una miradita fugaz.
Yo estaba totalmente confundida.
-sinceramente, yo pienso lo mismo.-dijo Georg poniéndose alado de Bill
-la verdad que no puedo creer la estúpida actitud que están tomando.-dijo Tom al mismo tiempo que dirigía su mirada hacia Carol y hacia mí. Me quedé petrificada igual que ella. - ¡ja!, mira. Y ya son 2, después ya no vamos a poder controlar esto. Son como una plaga.
-¡ya basta Tom!, últimamente estás irreconocible. Desde ese incidente, ya no eres el mismo.-gritó Bill
-¿Cómo quieres que vuelva a ser el mismo?, ahora este tipo de situaciones las tengo que manejar con  más seriedad.
-pero a veces pienso que te sobrepasas. Y lo entiendo, nuestra vida ya no es como antes, pero aún así, no las hemos tratado de llevar “leve” para no perder la cabeza.-contestó Bill.
Hubo un momento de silencio en donde Bill y Tom se quedaron observando mutuamente. Ambos con expresión de enojo.  Quizá se comunicaban con una simple mirada. Común en esas relaciones fraternales.


Finalmente, Tom negó con la cabeza sin apartar su mirada furiosa de Bill.
-me largo de aquí, antes de sea capaz de llamar a los de seguridad.-dijo Tom, rompiendo con el silencio que había en la habitación, pues hasta las recepcionistas se habían quedado atónitas.
Y Tom, salió de nuevo de la habitación, igual como lo hizo la vez anterior. ¿Qué era lo que sucedía? ¿a caso era yo la causante del problema?. Al pensar esto, un doloroso sentimiento de culpabilidad me embargó. ¿Era posible que la persona a quien yo amaba mas en este mundo, irónicamente me odiara? ¿Cuál era la razón?.
Mi instinto me decía que tenía que huir de ahí lo más rápido posible si es que no quería empeorar más las cosas.

-creo que, no debimos haber venido.-dije tartamudeando
-no digas eso, Tom está loco, y además nunca piensa antes de hablar.-dijo Georg
En ese momento, se escuchó el sonido del elevador que se detenía, y de ahí salió Gustav con una cara de emoción.

-¡Chicos!, David llamó para que nos presentemos en la disquera, es hora de firmar el contrato.-al percatarse del ambiente de la habitación, agregó-wow, y ¿aquí quién se murió? O que pasó.
-lo de siempre. Tom.-contestó Georg poniendo los ojos en blanco.
-Oh! Ya veo.-dijo cuando posó su mirada sobre nosotras. Carol aún seguía sin habla y tuve que corroborar si aun respiraba.
-Hola Dánica.-me saludó y después se dirigió hacia Bill, quién tenía una expresión de tristeza.
-Hammm, si quieres ve a hablar con Tom, nosotros las llevaremos  de regreso a sus casas.-y después comenzó a hablarle en alemán. Bill asintió una vez y después se dirigió hacia mí.
-nos veremos luego.-y se despidió de mi con un beso en la mejilla. Me quedé sin habla sorprendida por lo que acababa de experimentar.
También se despidió de Carol con una sonrisa y un movimiento de mano.  Y salió corriendo de tras de Tom
Georg le dijo algo en voz baja a Gustav, y él respondió.

-si, ya me di cuenta. Además, el se lo merece. Solo esperemos que sea bien correspondido.-
“¿Qué?” .pensé.


Los chicos insistieron en llevarme hasta mi casa,  yo accedí y los guié, pues estaba preocupada por Carol, porque no había dicho nada en el camino. Cuando llegamos a la casa, supliqué que ni Kate ni mi padre aun hubieran llegado, pues quería evitar el incómodo interrogatorio sobre la identidad de quienes me había traído a casa en ese auto tan lujoso. Y mis suplicas fueron escuchadas, pues cuando llegué, en la casa no había ni un alma.
Invité a los chicos a pasar, pero no quisieron pues tenían que llegar rápido a la disquera para firmar el contrato. Así que me despedí de ellos y agradecí  por habernos traído, a mí y a Carol.

-wow, ¡qué experiencia!.-dijo por fin Carol con un suspiro
-¡ALELUYA!, hablaste
-ups, lo siento, pero es que, en verdad me sentía un poco incómoda en esa situación.
-¿un poco?, te quedaste como congelada, bueno, yo igual.-dije
-sí, me di cuenta; y ahora ¿qué piensas hacer?-me preguntó Carol
-pues, hacer como si esto un hubiera ocurrido nunca. Me refiero a olvidar que los conocí y evitarlos, para ya no causarles más problemas.-dije con seriedad. Y eso estaba dispuesto a hacer, no quería causarles más problemas y no quería que Tom me odiara más de lo debido. Pues ya  había roto mi corazoncito en mil pedacitos.
-Oh!, ¿en serio?, bueno, es que no me refería a eso…
-entonces ¿a qué te referías?
-¿no te diste cuenta?
-de que…
-pffff, olvídalo.
-¿de qué hablas?
-de nada, mañana nos vemos.-se despidió Carol.

El resto de la semana, tuve que dedicarla tiempo completo a la universidad, no quería que mi mente recordara lo que había ocurrido el lunes, pues la verdad estaba dispuesta a olvidarlo y a olvidarlo todo, como si nunca hubiera pasado.
Tuve que borrar las canciones de Tokio Hotel que tenía en la memoria del celular y de la computadora, también escondí mis discos y DVD´s, eliminé toda evidencia que me hacía recordarlos. Aunque me doliera hasta el alma. Igualmente, quité todos mis posters y los eché a la basura. Carol estaba preocupada por mi actitud, pero la verdad, no le hice mucho caso.

Pasaron semanas, sin cosas importantes que contar. Pero un viernes, a la hora de la salida, Carol me fue a buscar corriendo a la biblioteca.

-¡vaya! Aquí estas. Te he estado buscando.-dijo apurada
-¿a si? Y porque
-tienes que venir rápido, alguien te busca.-me dijo con una sonrisita
-¿Quién?.-dije confundida ¿será mi padre?¿Anna?¿mi madre?
-Oh!, ven a averiguarlo tú misma
-Carol, me estás asustando

Salimos corriendo de la biblioteca y nos dirigimos al estacionamiento. Carol me guió hasta donde se encuentran los lugares reservados para los profesores.

-¿qué demonios hacemos aquí?.-pregunté algo malhumorada
Pero de pronto desvié la mirada y vi  un auto negro, muy lujoso.
-wow…..-dije, pero de pronto….
Me quedé inmóvil cuando reconocí al propietario del auto.


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