"SOY TU AMIGA"
“todo el mundo quiere tener un amigo,
Pocos se toman la molestia de ser uno”
-“wow, Dánica. En serio ¿te encuentras bien?, es que la verdad. Bueno no lo tomes a mal, pero….” Y la interrumpí antes de que terminara la frase que era fácil adivinar.
-es verdad, no te estoy mintiendo Anna. ¿Por qué no me crees?
-“huum, Danni, no es que no te crea, pero me parece que eso de estudiar medicina te está afectando, tal vez sea estrés”
-Hay Anna.-hice una pausa y cerré los ojos un poco resignada.- bueno, supongo que no debí decirte esto. Yo sabía que no me ibas a creer.
-“Dánica, perdón, pero es que la verdad, lo que me estas contando es para ti… bueno prácticamente, es imposible que te pase”
-ya, basta. ¿Cómo puedes decir eso?....ush! sabes ¿qué?. Mejor ya me voy, tengo muchas cosas que hacer. Bye.- y le colgué el teléfono groseramente. Acción que
Tiempo después me arrepentí hacer.
Creo que ciertamente, Anna tenía razón, lo que me había pasado era imposible, bueno, mejor dicho “increíble” puesto que ya había sido posible. Sin embargo, el que ella no me creyera, me hacía sentir triste, porque yo la consideraba como una hermana a la cual le contaba todos mis problemas y experiencias.
Así que esa noche no dormí nada, no solo porque Anna me había dado la etiqueta de loca, sino también por la sorpresa que me lleve cuando la venda descubrió mis ojos, pues pude ver al verdadero Tom Kaulitz, del cual yo estaba enamorada o más bien dicho “deslumbrada”, pues ahora lo veía todo con claridad; ese Tom que veía plasmado en una hoja de poster, o en el monitor de la computadora o de la pantalla de la televisión, era simplemente más que una mentira, una máscara la cual ocultaba la verdadera personalidad del famoso y guapo guitarrista de Tokio Hotel.
Me sentía verdaderamente desilusionada, pero ¿y si Bill tenía razón? ¿Era posible que solo estuviera molesto en ese instante?, eran varias preguntas pero ninguna respuesta. Sin embargo yo lo creía imposible, pues la mirada de Tom ese día reflejaba un repudio directo.
Los primeros rayos del sol, se hacían presentes a través de mi ventana. Me levanté a prisa y me di un baño de agua tibia, me vestí y me dispuse a ordenar mis cosas para irme a la escuela. Genial, ahora tenía que pedirle todos los apuntes a Carol, para copiarlos, eso me pasa por distraída y olvidar la tonta carpeta.
Bajé a desayunar, pero había algo raro, ni mi padre ni Kate estaban despiertos todavía ¿tal vez era demasiado temprano?, mire el reloj y eran las 7:30am, la misma hora a la que bajo a desayunar cuando tengo que ir a la universidad.
¿Se habrán quedado dormidos?, pensé, en ese momento le eche un vistazo a la fecha en mi celular
-genial, hoy es domingo y yo pensando que ya es lunes.-dije burlándome de mi misma. Volví a mi recamara y salí por mi balcón que daba hacia el pequeño patio trasero de la casa. Me quedé mirando a la deriva. ¿Era a caso que aun no me caía el 20 sobre lo que había pasado ayer?, esta cuestión me preocupaba demasiado y si no hacia algo pronto, tal vez enloquecería de verdad. Me puse a terminar lo que tenia de tarea hasta que dieron las 10 de la mañana y por fin escuche que mi padre y Kate se habían despertado. Baje a tomar mi desayuno con ellos.
-good morning everyone.-saludé
-good morning Danni.- respondió Kate con una sonrisa
-Buenos días hija, ¿cómo va ese golpe? Déjame verlo.-dijo mi papá mientras me apartaba el flequillo de la frente.
-hummm, pues ya no me duele mucho.-respondí
-ha bajado la inflamación, ayer parecía que tenias 2 frentes.-dijo mi padre riéndose.
-¿eso qué papá? No te burles las tonterías que le pasan a tu hija.-dije haciendo pucheros falsos
-bueno, no a cualquiera se le aparece un poste en medio del camino mientras va caminando distraída, ¿verdad?-se burló mi padre
-es que eso fue lo que pasó, en serio
-bueno, ya no pelemos sobre eso y hay que ponernos a desayunar estos Hot-cakes que acabo de cocinar. Roger me ¿me pasas la miel por favor?-pidió Kate
El desayuno pasó sin acontecimientos importes. Cuando acabé de desayunar, le dije a mi padre que iba de compras a Beverly Hills con Carol.
Al llegar a la zona habitacional de estudiantes, me dirigí al pequeño departamento de Carol.
-Buenos Días niña dormilona, cámbiate porque vamos de “shopping” sorpresa a Beverly Hills.- dije sorpresivamente cuando abrió la puerta de su departamento todavía en pijama.
-¿Eh?,¿ “shopping”?.-preguntó adormilada
-si, vamos a comprar ropa o algo , quiero distraerme un poco.-dije emocionada
-hamm, Ok, deja me cambio, es que acabo de despertar.-dijo con un bostezo
-Wow, si que te despiertas tarde en los domingos, imagínate, yo me levante hoy temprano pensando que era lunes.-dije divertida. Ambas nos reímos.
Visitamos tiendas de ropa de la calle “Rodeo Drive”, como:”CHANEL” y “CHRISTIAN DIOR”. En las cuales solo compramos 2 prendas para cada una, pues son tan caras que parece que estuvieran hechas de oro y diamantes. Visitamos otras tiendas de ropa, las cuales estuvieron dentro de nuestro presupuesto.
Dieron las 3 de la tarde y decidimos tomar un descanso para tomar algo refrescante.
-no entiendo porque no te gusta usar escotes en las blusas, se te verían bien.-le pregunté a Carol
-¿Cómo crees?, yo así me quedo, no me gustan, son muy…..”Reveladores”. no se si esa es la palabra correcta.-musitó tímidamente
-¿eso qué?, yo solo digo que se te verían bien, además, hay escotes que son pequeños.
-algún día usaré.
-¿a si?, que te parece mañana
-hammmm. Me esperas aquí un momento, tengo que ir al baño.-dijo cambiándome de conversación
-huy, bueno, aquí te espero.- respondí resignadamente
Ella se levanto de la banquita en donde estábamos sentadas y fue a los baños públicos del parque en donde nos encontrábamos. Mientras tanto, yo me puse a mirar a unos chicos que pedían autógrafo a alguien que parecía Ashley Tisdale, y en efecto era ella. Aquí en Beverly Hills era común ver este tipo de escenas. Creo que me estaba acostumbrando. Inesperadamente, alguien se interpuso entre lo que estaba viendo, levanté la vista y me quedé atónita al ver a George enfrente de mí.
-Hola, pensé que jamás te volveríamos a ver.-saludó
-hola. Hammm ¿“Volveríamos”?.-pregunté pues ni no vi a nadie más con él.
-ah, sí. Bill está comprando algo.-dijo señalando hacia una tienda.-mira ahí viene
Georg, hizo señas con la mano para que Bill se dirigiera hacia nosotros. Mi corazón empezó a palpitar rápidamente. Tal vez emoción.
-¡Dánica!, que gusto verte de nuevo.-saludó Bill
-Hola.-contesté tímidamente
-Oye, por cierto, tu carpeta la olvidaste en estudio.-dijo Georg
-¡Cierto!, sabía que había sido ahí, jejeje.-dije
-bueno si quieres mañana te vemos aquí y vamos por tu carpeta, es que ahorita llevamos prisa.-dijo Bill un poco nervioso. Volteando hacia todas partes como escondiéndose de algo o alguien.
-Oh! No se molesten, no era importante.-dije mordiéndome la lengua, pues en verdad si era importante. Pero al parecer me ignoraron.
- entonces mañana te esperamos aquí a esta hora, ¿de acuerdo?.-dijo Georg, ahora el también un poco nervioso
-bueno, pero…-y no pude terminar
-discúlpanos, nos tenemos que ir, no queremos que te molesten. Nos vemos mañana.-se despidió Bill
-Ok. Bye.-me despedí confundida por la forma en la que estaban actuando.
-Bye.-se despidió Georg. Y ambos se fueron
“molestarme”¿Quién iba a molestarme?. Pensé
-Wow, se parecen a los chicos de los posters de tu habitación amiga.-dijo Carol ¿a qué hora había llegado?
-Huy, perdón, no me di cuenta de que ya estabas aquí.-me disculpé
-acabo de llegar, ¿Quiénes eran?
-bueno. Es que, seguramente me vas a tomar de loca, pero..hammm.-dije dudosa
-no importa, tu cuéntame.-me invitó con una sonrisa en su rostro. Asi que decidí contarle toda mi experiencia del día anterior.
-interesante, bueno más bien dicho “fascinante”.-comentó ella cuando por fin acabe de contarle lo que había pasado.
-increíble.- complemente
-si, es increíble que no me hayas contado nada de esto.-dijo un poco seria y con la mirada perdida
-Oh!, es que lo que pasa, bueno, pensé que no me ibas a creer. Si Anna me dijo “loca”.
-yo si te hubiera creído.-musitó Carol
-lo dices porque acabas de ver que es real.-le respondí
-te equivocas. Aunque no me hubieras dado pruebas, yo te hubiera creído. Eres muy sincera y jamás me has mentido. Así que ¿Por qué no habría de creerte?. –respondió ella, y yo me quedé muda.
-además, soy tu amiga, y te conozco a pesar que no llevamos mucho tiempo juntas.-dijo con una sonrisa. Yo me la quedé observando por un instante y después le di un abrazo
-gracias.-musité
-¿de qué?, te conozco y bien. Sé que estás loca.-y se echó a reír
-a ha, que graciosita.-respondí y después me uní a su risa
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