"2º ENCUENTRO....LAS GRANDES EXPERIENCIAS SIEMPRE OCURREN EN LOS MOMENTOS MENOS ESPERADOS"
“la vida no se mide por el número de veces
Que respiras, sino por el número de momentos que
Te dejan sin respiración”
“creo que tenía algo que hacer” “no quiero levantarme””otros 10 minutos mas””seguramente Carol va a entender” ,me encontraba adormilada pensando serenamente.
-¡¡¡¡MIERDAA!!!, Carol me debe estar esperando ya, y es tardísimo.-dije mientras me levantaba tan rápido que hasta tuve un pequeño mareo. Me metí a bañar lo más rápido posible y me cambié y arregle en un tiempo record. Tomé mi bolsa y baje corriendo las escaleras.
-¿no vas a desayunar?-me preguntó mi padre
-no papá, ya es demasiado tarde y Carol me va a matar.-dije muy apurada
-tan siquiera llévate una fruta o algo, no quiero que te vayas a desmayar.- preavisó mi padre.
-si una fruta si.- tomé la fruta y me despedí de mi padre.
Salí corriendo y tome un taxi. Cuando llegue con Carol y la doctora, me disculpé con ellas por mi retraso y después nos fuimos hacia Hollywood.
La conferencia era sobre “ la salud en el siglo XXI”, estaba muy interesante pues se habló sobre el cáncer, las ITS y todas las enfermedades relacionadas a las grandes pandemias que desde ahorita ya se están pronosticando, una plática que más bien seria definida como una posible causa del fin de la humanidad.
Los expositores, obviamente, eran médicos con doctorados, muy bien preparados.
Al final de la conferencia, Carol y yo estábamos esperando a la doctora Williams y Mi estomago empezaba a recordarme que no había desayunado más que una fruta, asi que estaba impaciente por irme y encontrar un buen lugar para comer.
-Carol, come here please.-llamó la doctora a mi amiga
-ok, wait a minute please.-contestó Carol mientras se levantaba de su asiento
-mmmm oye, no te importa si me adelanto a irme, es que me gustaría comprar algo para desayunar.-le dije a Carol. En ese momento ella solo me miró y rápidamente saco un mapa de su bolsa.
-Ok, toma, llévate esto.-me dijo ofreciéndome el mapa
-Oh, no te preocupes se cómo llegar a Beverly Hills, no necesito un mapa.-repuse muy “sabelotodo”
-Mmmm, OK, entonces, me llamas cuando llegues a tu casa.-
-claro.-afirmé
-cuídate.-dijo ella y se despidió de mi
-bye.-y salí de aquel lugar.
Pensaba en llegar al lugar donde salía el transporte directo hacia Beverly hills, pues se me había olvidado la tarjeta de crédito y no me alcanzaba para tomar un taxi si quería comprar algo de comida en una cafetería de ese lugar donde preparaban ricas hamburguesas. Claro que recordaba como llegar de casa hacia la Beverly Hills, a este lugar ya casi lo conocía como a la palma de mi mano. Pero ahora la pregunta era ¿Cómo llegar a la parada de transporte de Hollywood?. Comencé a caminar sin rumbo fijo, pues esperaba encontrarme con algo conocido que me ayudara a guiarme,
“bien, recuerdo que pasamos por un estudio de grabación cuando dimos vuelta a la esquina”. Reflexioné. “Tal vez sea por aquí, si, aquí hay un estudio de grabación, entonces tengo que dar vuelta a la derecha en la siguiente esquina y ahí debe estar la parada de autobús” caminé deprisa esperanzada que lo que había estado pensando fuera cierto. Cuando di vuelta a la esquina, no encontré ni rastros de la parada de autobús, creo que solo era la entrada trasera al estacionamiento de los estudios de grabación.
“bien, recuerdo que pasamos por un estudio de grabación cuando dimos vuelta a la esquina”. Reflexioné. “Tal vez sea por aquí, si, aquí hay un estudio de grabación, entonces tengo que dar vuelta a la derecha en la siguiente esquina y ahí debe estar la parada de autobús” caminé deprisa esperanzada que lo que había estado pensando fuera cierto. Cuando di vuelta a la esquina, no encontré ni rastros de la parada de autobús, creo que solo era la entrada trasera al estacionamiento de los estudios de grabación.
“mierda, ahora se la utilidad de los mapas” me dije a mi misma un poco molesta.
Detuve mi paso porque me sentí de pronto cansada. “bueno, en ese caso tendré que preguntarle a alguien en donde demonios estoy y le pediré que me ayude a llegar”. Genial. Estuve esperando ver a alguien o ver pasar a alguien pero no tuve mucha suerte. Entonces decidí volver a regresarme para pedir informes en el estudio de grabación. Apenas había dado 3 pasos cuando un mareo repentino hizo que me tuviera que apoyar sobre una rejilla que protegía un jardín en la acera. “maldición, no ahora”. supliqué. Cerré fuertemente los ojos mientras me encontraba apoyada con una mano en la rejilla.
Detuve mi paso porque me sentí de pronto cansada. “bueno, en ese caso tendré que preguntarle a alguien en donde demonios estoy y le pediré que me ayude a llegar”. Genial. Estuve esperando ver a alguien o ver pasar a alguien pero no tuve mucha suerte. Entonces decidí volver a regresarme para pedir informes en el estudio de grabación. Apenas había dado 3 pasos cuando un mareo repentino hizo que me tuviera que apoyar sobre una rejilla que protegía un jardín en la acera. “maldición, no ahora”. supliqué. Cerré fuertemente los ojos mientras me encontraba apoyada con una mano en la rejilla.
-pffff-resoplé. En ese instante un sudor frio recorrió la piel de mi espalda haciéndome estremecer. Traté de abrir los ojos pero lo único que pude ver fue la entrada del estacionamiento y al fondo 2 luces, tal vez de un auto, pues no alcancé a ver más porque repentinamente todo a mi alrededor se tornó negro. Parecía que caía en un pozo profundo y no podía hacer nada para detenerme. Me sentía tan vulnerable, flotando en el abismo.
No obstante una voz a lo lejos me hablaba pero no lograba entender lo que decía así que esperé a que se hiciera presente de nuevo, y asi fue, lo escuche aún más claro, era una voz varonil ¿mi padre tal vez? ¿Cómo me había encontrado?, pero por 3º vez escuche la voz, no era de mi padre; era una voz que jamás había escuchado ¿o tal vez si? No estaba segura. Empecé a inquietarme y pronto pude recobrar de nuevo la conciencia, genial: me había desmayado otra vez. Abrí mis ojos lentamente y vi que un chico rubio de pelo corto y de lentes me observaba. Sostenía mi cabeza con sus manos, parpadeé y trate de incorporarme, pues me encontraba tendida sobre el suelo, pero el chico no me dejó. Desvié la mirada y vi que no estaba solo, otro chico de cabello café me observaba detenidamente con una expresión de preocupación. Éste sostenía un teléfono celular en la mano.
No obstante una voz a lo lejos me hablaba pero no lograba entender lo que decía así que esperé a que se hiciera presente de nuevo, y asi fue, lo escuche aún más claro, era una voz varonil ¿mi padre tal vez? ¿Cómo me había encontrado?, pero por 3º vez escuche la voz, no era de mi padre; era una voz que jamás había escuchado ¿o tal vez si? No estaba segura. Empecé a inquietarme y pronto pude recobrar de nuevo la conciencia, genial: me había desmayado otra vez. Abrí mis ojos lentamente y vi que un chico rubio de pelo corto y de lentes me observaba. Sostenía mi cabeza con sus manos, parpadeé y trate de incorporarme, pues me encontraba tendida sobre el suelo, pero el chico no me dejó. Desvié la mirada y vi que no estaba solo, otro chico de cabello café me observaba detenidamente con una expresión de preocupación. Éste sostenía un teléfono celular en la mano.
-Señorita.- volvió a llamarme el chico rubio
-mmmm-me quejé y trate de incorporarme de nuevo- estoy bien, creo que no paso nada.
Esta vez, el chico me ayudó a incorporarme y quedé sentada en la acera, el chico se sentó a mi lado pues se encontraba en cuclillas. Me daba vueltas la cabeza.
-Gustav,¿ llamo a emergencias?.-preguntó el chico de pelo café.
-¡¡no será necesario, ya estoy bien.!!! Gracias .- me apuré a responder
-¿estas segura?.- me preguntó Gustav
-Claro, solo fue un bajón de azúcar. Nada mas.-dije cerrando de nuevo los ojos.
-Mmmm, ¿solo eso? Creo que tengo que agregar también un buen golpe en la frente.-mencionó Gustav apartándome el cabello de la cara.-creo que deberíamos llamar a emergencias.
-No, ya les dije que no es necesario. Estoy bien. Ahora si me disculpan. Ya me tengo que ir.-tomé mi bolsa e hice ademán de ponerme de pie, pues no estaba completamente segura de que lo lograría..-GRACIAS.-enfaticé
-Pero que necia, ¿Cómo crees que te vamos a dejar ir asi?, esta bien, no llamaremos a emergencias, pero si te pondremos algo de hielo en ese golpe. Ven vamos a dentro-dijo Gustav
-No, no es necesario, en serio. Además tengo que llegar a mi casa.-dije resistiéndome.
-Georg, llama al 911.-ordenó
-uzhh, bueno, ire contigo.-dije resignada.
Los chicos me ayudaron a ponerme de pie, en ese instante la mente se me aclaró un poco más y me di cuenta de algo realmente aterrador. Al mirar de nuevo la cara de esos chicos supe que los conocía, me quedé sin respiración cuando corroboré esto. Eran Gustav y Georg. “MIERDA” ¿Por qué a mi?.Pensé.
-¿te pasa algo?¿te sientes bien?-preguntó preocupado Georg. Yo no quería saber cuál era mi expresión en aquel momento. Así que tuve que recordarme a mi misma que tenía que volver a respirar.
-Wow, creo que el golpe fue muy duro, tienes una cara de asustada, creo.-comentó Gustav
En ese momento, un ataque de locura se apoderó de mi y comencé a reírme sola.
Georg y Gustav, se me quedaron viendo confundidos.
-ok, dinos que es tan gracioso-peguntó georg aun más preocupado
-jajajajajjaja. Es que esto no es real, tal vez este soñando. Si tal vez sea eso..-me encontraba con un ataque de hilaridad que ni yo misma sabia porque.
-bueno, si tu lo dices. Eso pasa comúnmente cuando se encuentran con nosotros.-mencionó Georg presumidamente.
-guarda silencio, tal vez ella no sepa ni quien somos; no la asustes.-dijo Gustav seriamente.- creo que el golpe te afectó un poco la cabeza chica, ven vamos adentro para que te recuestes un poco y se te aclaren las ideas.
Me quedé atónita al oir esto. ¿en serio era un sueño?, disimuladamente me pellizque el brazo para despertar, pero me di cuenta que este momento en verdad estaba pasando y que estaba más que despierta porque el pellizco me dolió hasta los mil demonios. Instantáneamente sentí como el calor inundaba mis mejillas. ¿Por qué a mí siempre me tiene que pasar?
-ups.-fue lo único que salió de mi boca
-eh?.- dijeron los 2 al mismo tiempo
-bueno no importa, vamos a dentro porque afuera no es muy seguro que digamos.-dijo Georg
Gustav se ofreció de apoyo para ayudarme a caminar, pero mis terminaciones nerviosas estaban desconectadas y no podía proferir ningún movimiento. Que estúpido. Gustav debió pensar que me estaba resistiendo así que no dudó en pasar su brazo por mi cintura y empujarme un poco para que caminara. Y asi fue. Caminamos hacia adentro del estacionamiento y después tomamos un elevador que nos dejó en una especie de sala.
-Toma asiento.-me dijo Gustav guiándome hacia uno de los 3 sillones que ahí había.
-gracias.-respondí por fín. En ese momento llegó Georg con un vaso de agua y me lo ofreció.
-gracias.-dije de nuevo, mientras tomada a tragos pequeños el agua. Pues aun me sentía un poco mareada.
Gustav se acercó a Georg y le dijo algo que no pude entender (pues estaban hablándose en alemán), cuando terminó de decírselo, Georg salió de nuevo de la habitación.
Hubo un momento de silencio. Hasta que por fin Gustav habló
-¿así que un bajón de azúcar?¿te sucede a menudo?.-preguntó
-a veces, pero es solo cuando no desayuno.- respondí con voz nerviosa
-Oh, bueno así que no has desayunado..-dijo con un tono sorprendido. ¿Qué estaría pensando sobre mi?¿que era una indigente?
-hamm, es que se me hacia tarde para llegar a una reunión. Es por eso que no tomé mi desayuno en casa.-repuse
-bueno, de todos modos ya te pedí algo para que comas. También pedí el hielo.-dijo con una sonrisa
- OH. Gracias, pero ya me tengo que ir. Solo los estoy importunando.-dije mientras me levantaba del sillón y tomaba mi bolsa, la cual estaba abierta y mi carpeta de apuntes cayó al suelo regando todas mis hojas sueltas.
-oh, semejante tonta.-me dije a mi misma
Gustav, recogió las hojas que estaban a su alcance y se las quedó mirando por un instante después me las entregó
-pues que necia eres. No nos importunas en nada, es más, te estamos ayudando.-repuso.
En ese momento llegó Georg y una mesera que jalaba un carrito con un platillo servido. En el carrito también traía una bolsita con hielo. Georg me la dio y yo me la puse sobre el golpe en mi frente. La mesera se retiró y los chicos solo se me quedaron observando.
-pensé que jamás nos encontraríamos a alguien así, me cae bien.-le comentó Gustav a Georg sin parar de observarme
Me puse nerviosa y para disimular comencé a comer del platillo que me habían servido. Era una ensalada muy colorida y rica.
-humm.-dijo Georg mientras miraba a Gustav. Quien a su vez le decía algo en alemán
Después de unos minutos. Gustav le enseñó una hoja de las que se me habían caído (la había escondido detrás del cojín del sillón), y después me la entregaron.
-gracias.- dije, pero al observar la hoja, me di cuenta de lo que pasaba. Genial, había descubierto mi colagge de TH
-para ser una fan, debemos de reconocer que eres muy discreta-dijo Georg con una sonrisa en el rostro
-ya ni nuestras novias.-dijeron ambos con una voz burlona.
-bueno, soy muy considerada, creo.-dije dudosa
-genial, pues te agradecemos que seas así. Muchas de las fans, en tu lugar, ya se hubieran abalanzado sobre nosotros o algo así.-dijo Gustav
-bueno, lo haría, pero me se controlar..-dije con una sonrisita (aja, si como no, y luego yo controlarme)
-nos sorprendes.-dijeron los 2 al mismo tiempo y después se soltaron a reir. Era una felicidad de triunfo
-Gustav: Esos 2 nos deben pagar la apuesta.-dijo Georg jubiloso
-si, es más vamos ahorita. Son unos tontos. Solo para que vean que nada es imposible.
-jajajaja. Ya me imagino la cara de Tom cuando le digamos que hemos encontrado a alguien capaz de controlarse. Pobre Bill, seguro hasta le va a doler el estómago del coraje.-dijo Georg riéndose
-pues aunque haga berrinche y se la pase fastidiándonos, va a pagar, todo por apoyar a la mierda que tiene por hermano.-dijo Gustav con una mirada vengativa.
-gracias, hammm.. ¿Cuál es tu nombre?.-preguntó Georg
-Dánica
-wow, jamás había escuchado ese nombre. Es lindo.-dijo Gustav
En ese momento, un chico entró apresuradamente en la habitación....
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