“demasiado estúpida para no haberme dado cuenta antes”
“Say good tide of me and your affection
i chose to be lonely
Than live without your attention”
(TH)
NARRA –DÁNICA-
-Guys, are you ready?!!-preguntó Melanie emocionada.
Todos salimos corriendo de la Universidad hacia la camioneta de Philip. Aventamos mochilas en la parte trasera y después nos trepamos.
Estaba Melanie, Philip, Robert, Miranda, Carol y yo, toda la bolita de amigos con la que solía estar.
El sol estaba a todo lo que daba, y el ambiente era de un típico viernes social.
La camioneta arrancó y nos dirigimos hacia la bahía de Santa Mónica. Íbamos muy emocionados platicando sobre lo que nos había pasado en la semana y también sobre el examen sorpresa que nos había hecho la doctora de anatomía, en el cual, estaba completamente segura que saldría bien, pues era mi materia preferida.
-me sorprende que hayas querido venir Carol.-preguntó Robert
-ha sido una semana estresante y pues quiero un descanso, además, Dánica me convenció-dijo mientras me daba un pequeño codazo.
Yo solo reí.
-Después, de estarte insistiendo toda la semana amiga.-dije
-Ok, acepté porque me hartaste. Jajajaja.. No te creas, no.-bromeó
-lo que no logré es que se pusiera bikini, creo que ni traje de baño trae…-
-hay, Dánica, ¿Cómo bikini?, además ni nadar se, por eso ni traje de baño traigo. Solo voy a estar ahí descansando bajo una sombrilla.
-hummmm.. por lo menos para que te mojes los pies, el agua de mar no hace daño. Bueno, como quieras, yo si planeo meterme a nadar. Hace tiempo que no voy a una playa.-comenté mientras sacaba de la mochila el bloqueador solar y me lo empezaba a poner en los brazos.
Cuando llegamos a Santa Mónica, Philip se estacionó en una tienda cerca de la playa que ofrecía el servicio de vestidores y regaderas. Bajamos las mochilas de la camioneta y nos dirigimos ahí para ponernos el traje de baño.
Me puse mi bikini azul y encima me puse unos mini-shorts y una camiseta blanca, pues me quedaría sentada bajo la sombrilla acompañando a Carol por un rato.
Al salir de los vestidores los chicos y las chicas se dirigieron a comprar golosinas en la tienda. Yo me dirigí hacia la camioneta y me recargue en la parte trasera. Encendí mi pequeño reproductor y me puse a escuchar la canción “resistance” de Muse en volumen bajo.
-¿Dánica?-preguntó una voz terriblemente familiar
La sangre se me congeló a pesar del calor que se sentía. Con trabajos me volví hacia la voz que me hablaba.
-¿Tom?¿qué haces aquí?-le pregunté con dificultad a causa de la impresión.
Se veía tan bien con esos lentes obscuros. Por un momento pensé que me pondría a babear pues me quedé idiotizada viéndolo.
-hammm, tengo la libertad de transitar por todo Los Angeles. Y vine a comprar algunas cosas aquí.-dijo sonriéndome
-Oh!, ya veo, y ¿cómo has estado? ¿y los chicos?
-bien, y pues los chicos igual de idiotas como siempre.
-jajajaja…. Se ve que los aprecias.
-claro, jajajaja.-musitó y después agregó:
-y tú que me cuentas ¿Cómo estás? Aparte de guapa y sexy .-me preguntó mientras me veía con detenimiento de arriba hacia abajo.
Yo me sonrojé un poco.
-jejeje. Bien. Un poco estresada por la escuela, pero bien.
-que genial, un día en la playa para desestrezarte ¿cierto?
-si, así es. Vine con algunos amigos.
-hummm.-se quedó pensativo un momento viendo hacia el interior de la tienda.- ¿crees que se enojen si se te rapto un rato?, Gustav y Georg organizaron una pequeña fiesta en la casa, seguramente se alegraran de verte y, por supuesto, también Bill.
-Oh, no lo sé.
-baah, solo es un rato.-me insistió al mismo tiempo que me tomaba de la mano y la entrelazaba con la suya. Su cálido contacto me hizo estremecer. ¿Cómo decir que no?.
-OK, pero deja le aviso a Carol
-genial. Aquí te espero.
Entre a la tienda y fui directo con Carol que estaba comprando unas botellas de agua.
-solo hay de esta marca, ¿la quieres?-me dijo mientras me mostraba una de las botellas.
-Oh, este.. hammmm… no. Bueno si… uhsss.. lo que pasa es que Tom esta aquí.
-¿qué?
-esta allá afuera y me invito a ir con él y con los chicos a una fiesta. Bueno algo así.
-¿y vas a ir?
-es que no se.
-baaaah. Ve, yo aquí haber que les invento a los demás.
-¿harías eso?
-claro
-muchas gracias Carol. Eres la mejor.
Me despedí de ella y salí corriendo de la tienda hacia donde estaba Tom.
-¿lista?
-si
-bueno, ven, por aquí está el auto.
…
En el auto Tom y yo platicábamos.
-me sorprende haberte encontrado en una playa publica.-comenté
-baaah, de vez en cuando, Bill y yo venimos. Pero es molesto porque parece que estamos en una sesión de fotos.
-Oh. Eso es haaamm.. Frustrante.
-si. Pero por lo menos aquí en LA podemos caminar con más libertad. En Alemania a cada paso que dabas te encontrabas a un paparazzi. Podíamos acostumbrarnos a eso, pero las cosas empeoraron cuando empezaron a molestar a nuestra familia. Eso no lo toleramos. Creo que era preferible que me tomaran fotos desnudo saliendo del baño a que se metieran con Simone y con los demás.
-jajaja. ¿Desnudo?
-la verdad no me molestaría. Sería un magnífico regalo para mis fans. Sé que lo desean.-dijo orgullosamente
-¿en serio? No inventes.
“wow, una foto de Tom desnudo, moriría por tenerla”. Eso le dio alas a mi imaginación, pero después tuve que controlarla de esas fantasías todas locas.
El trayecto se me hizo demasiado corto platicando con Tom. De hecho ni me di cuenta que ya habíamos llegado.
Después de estacionar el auto en el garaje, Tom me guió hacia donde estaban los demás chicos.
La casa era bastante bonita y el jardín era muy amplio. Genial, había una gran alberca. Cerré los ojos un par de veces, pues la verdad no me la creía que estuviera en casa de los Kaulitz. Recordé las veces que pasaba horas en internet tratando de descifrar cual era la dirección de dicha casa sin resultado alguno. Ese recuerdo hizo que me riera.
-¿qué es gracioso?-preguntó Tom.
-jejeje. Nada
-anda, dime.- insistió mientras se paraba enfrente de mí para evitar que siguiera caminando.
-si te digo, se que te burlarás de mi.
-bien, prometo no hacerlo.-dijo mientras se quitaba los lentes obscuros. Su mirada era muy provocativa y linda.
-wow, es que, siempre soñé con encontrar la casa de los Kaulitz. No te imaginas las veces que pasé buscando la dirección en internet.
-jajaja. ¿En serio?, ¡¡nos acosabas!!-dijo burlonamente
-prometiste que no te ibas a burlar. Además no soy la única. Supongo que la mayoría de las fans hacen eso.-
-ups, es que sonó gracioso con la tonalidad que le diste y luego tu expresión.-dijo al mismo tiempo que me levantaba el mentón con su mano, después agregó:- ¿sabes? Me gusta cómo eres.
Yo me quedé inmóvil viéndolo a los ojos sin saber que decir ni que hacer. Estaba tan cerca de mí, parecía increíble.
-¡¡TOM!!.-gritó alguien a su espalda
Tom me dejó de sujetar mi mentón y puso los ojos en blanco.
-¿Qué quieres?-preguntó Tom.
Miré por encima de su hombro y me di cuenta que ahí estaba Bill. Parecía muy molesto.
“Oh, Bill”. Pensé. Y Mi corazón empezó a palpitar rápidamente. Hace tiempo que no lo veía.
-Hola.-lo saludé mientras me acercaba a él.
-¿Dánica?.-dijo mientras y después le lanzó una mirada asesina a Tom
Yo me quedé inmóvil en medio de los dos.
- baaah, ¿qué te pasa hermano?
-que te pasa a ti.-contradijo Bill
Tom solo meneó la cabeza y miró hacia otro lado.
Bill se acercó hacia mí y me dedicó una sonrisa muy linda y cálida.
-discúlpanos por esto. Problemas de hermanos. …..Qué bueno que estas aquí. Ya extrañaba no verte.
“problemas de hermanos o yo era la causante del problema”. Pensé.
-jejeje. Sí, yo también estoy feliz de verlos.
-bueno, bueno… yo invité a Dánica a una fiesta. Así que…. Vamos a la fiesta.-interrumpió bruscamente Tom.
-buena idea.-coincidió Bill mientras me tomaba de la mano y acercaba mi cuerpo hacia su costado.-yo la llevo con los chicos, tu lleva lo que fuiste a comprar, que Georg ya se estaba desesperando porque no llegabas.
Antes de que Tom pudiera responder, Bill jaló delicadamente de mi brazo y salimos de ahí hacia el jardín. A la vez que nos acercábamos, pude distinguir las voces de Georg Y Gustav, pero también se oían las risitas de unas chicas.
-¡QUE! ¿Dices que tienes un trasero sexy?... espera a que veas el mío-gritó Gustav y después se lanzó a la alberca.
-aunque no lo creas Wolfang, acepta que estoy mejor que tu.-le respondió Georg quien estaba abrazando a una de las chicas. Ambas estaban muertas de la risa.
-¡hey!, chicos, miren quien está aquí.-les gritó Bill
-¡Dánica!.-gritaron Georg y Gustav al mismo tiempo. Las chicas voltearon a verme y me sonrieron.
-wooo!!! Qué bien que vienes, un día más y juro que hubiera matado a Bill. No sé que hace Tom para soportarlo todos los días..-dijo Gustav
-jajaja… si, .-coincidió Georg.
-¿eh? y ¿Por qué?..-pregunte.
-baaah, no les hagas caso.-respondió Bill interrumpiendo a Gustav que estaba a punto de hablar.
-jejeje, Ok.
Las chicas se acercaron hacia nosotros y Georg les empezó a decir algo en alemán, lo único que pude entender fue mi nombre así que supuse que me estaban presentando con ellas.
-hammm… ¿hallo?.-saludé con timidez
-Oh, Dánica… hallo.-saludó la chica de cabello rojizo que estaba alado de Georg.
-ella es Ilse, la novia de Georg, y ella es Kerstin, la novia de Gustav. Vienen de visita por unos días.-me explicó Bill.
Kerstin me saludó con un movimiento de mano y dijo algo que de nuevo no pude entender. Creo que era necesario inscribirme a unos cursos de alemán, es molesto no entender lo que te dicen.
-ella dice que es un gusto conocerte.-tradujo otra vez Bill.
-Oh, el gusto es mío
Y Bill le tradujo lo que dije.
En eso llegó Tom. Me quedé boquiabierta cuando lo vi porque se había cambiado de ropa y solo traía puesto unas bermudas obscuras y sus lentes, me quedé totalmente embobada con su perfecto cuerpo. “¿a caso es el paraíso aquí?”.pensé
--Bueno, ya llegué.-dijo
Yo no paraba de verlo, era un manjar para mis ojos que se lo comían todito
-hummm, ya le cayó caca al pastel.-dijo Bill sarcástico.
-bueno, si no te parece, vete-
-y mejor ¿por qué no te vas tú?
-baaah, ¿recuerdas? También vivo aquí, y si mal no recuerdo, yo fui quien trajo a Dánica, supongo que ella no quiere que me vaya, ¿cierto hermosa?
Su pregunta hizo que saliera drásticamente de mi mundo fantasioso.
- quédate.-dije medio suspirando. Eso fue vergonzoso.
-jejeje, ella lo pide, yo solo cumplo..-dijo Tom jubiloso.-ahora si me permites Bill, me gustaría mostrarle a Dánica el resto de la casa.
-no, ¿tan rápido y ya te la llevas Tom? Deja que se quede un rato aquí con nosotros, también es nuestra amiga.-dijo Gustav
-sí, estoy de acuerdo con él, -coincidió Bill- hammm, Tom, quiero hablar contigo un momento, en seguida volvemos- dio media vuelta y se dirigió al interior de la casa
-pffff, vuelvo enseguida..-dijo Tom y se fue siguiendo a Bill.
-hey, Dánica ¿quieres limonada?.-ofreció Georg.
-claro.-tomé un vaso de limonada de la bandeja que se encontraba ahí y me paré cerca de la piscina.
-vamos a nadar amor.-dijo Georg a Ilse.
La chica asintió y los 2 se fueron a meter a la alberca. Después Kerstin jaló a Gustav para igualmente meterse con él a nadar.
-Ven a nadar Dánica, no te quedes ahí.-invitó Gustav.
Estuve a punto a decir que sí, pero al momento de intentar quitarme la camiseta y los mini-shorts sentí un poco de pena. Mire a Ilse y a Kerstin y después me miré a mi de arriba hacia abajo. Ellas eran altas, rubias y tenían un cuerpo perfecto, en cambio yo, era un algo bajita de estatura, piel apiñonada y demasiado delgada… por primera vez en mi vida no me sentí a gusto con mi cuerpo. Era frustrante todo esto que estaba pensando.
-Hammm, ahorita voy, solo termino mi limonada.-respondí
En ese momento, se escucharon las Carcajadas de los gemelos. Miré hacia la casa y vi que Tom salía corriendo a toda velocidad con una pistola de agua en las manos, Bill venía detrás de él persiguiéndolo al mismo tiempo que lo venia empapando con una pistola de agua igual. Ambos reían.
Esa escena me pareció muy divertida, y yo también me comencé a reír, era lindo verlos jugando de esa manera, parecían unos niños.
De pronto, todo sucedió tan rápido: Tom pasó corriendo a toda velocidad muy cerca de donde me encontraba de pie, lo cual hizo que diera un paso hacia atrás para evitar que chocara contra mí, sin embargo no me percaté que la distancia a la que estaba de la alberca era poca, perdí el equilibrio y caí de espaldas al agua. El vaso que tenía en la mano salió volando y se hizo trizas cuando impactó contra el suelo.
Rápidamente nade hacia la superficie en busca de aire para respirar, pues al momento que caí proferí un grito lo cual hizo que al mismo tiempo tragara agua que tenia sabor a cloro.
-¡DANICA!.-oí el grito preocupado de Bill-
Rápidamente llegó a la orilla de la alberca y con ayuda de Gustav, me ayudaron a salir.
-¿estás bien?
Tosí unas cuantas veces pero después me repuse.
-sí, estoy bien, tranquilo no me paso nada.-contesté
Empecé a reírme con todas mis ganas tratando de imaginar mi cómica caída, los demás al percatarse que estaba bien, también empezaron a reírse.
Tom se arrodilló junto a mí, pues yo me encontraba sentada en el suelo.
-en serio estas bien, perdóname no me di cuenta.-se disculpó
-jejeje, fue un accidente, no te preocupes, todo está bien.
-llevémosla adentro, Tom, le daremos mantas secas para que se seque.-dijo Bill
-Ok.
Ambos me ayudaron a ponerme de pie, Bill me sujetó de la cintura (lo cual era innecesario, pero bueno) y me guió hacia la casa.
-espérame un momento aquí, no tardo, traeré algo para que te seques.-dijo Bill y después subió rápidamente las escaleras.
La casa era muy amplia y de estilo moderno, me hubiera gustado haber estado ahí pero en otras condiciones, pues ahorita no era nada cómodo estar chorreando de agua.
Tom, entró a la casa y llevaba consigo unas toallas secas. Se acercó a mí y me las entregó.
-creo que le gané a Bill, estas estaban allá afuera.-dijo señalando las toallas.
-gracias Tom.-dije mientras me envolvía en una de las toallas.
-en serio, discúlpame, nunca pensé que fuera a pasar esto.-se volvió a disculpar.
-baaah, solo fue un accidente, si no hubiera dado el paso hacia atrás no me hubiera caído. Jejeje soy una tonta.
Tom se rió de mi y después se acercó lentamente hacia mí y puso sus manos en mi cintura e hizo que me acercara más hacia su cuerpo. Levanté la mirada confundida y me encontré con su rostro a centímetros del mío, podía oler su fresco aliento. Yo sabía lo que estaba a punto de suceder y no hice nada por detenerlo.
Mi pulso aumentó de manera radical, y por un momento olvidé como respirar.
Me miró intensamente a los ojos y dijo algo que no pude comprender, estaba muy aturdida,… de pronto posó sus labios sobre los míos.
Cerré los ojos y me dejé llevar.
No obstante, en mi mente había una gran desorganización de ideas, todas volando por todos lados y no las podía ver con claridad. Era confuso y sentía que algo faltaba. De pronto la imagen de Bill llenó mi mente. ¿Bill? ¿Porqué él? ¿Porqué no es Tom?.
El sonido de una puerta al cerrarse con fuerza me hizo volver a la realidad, Tom dejó libres mis labios y ambos volteamos a ver quien había salido de esa manera.
No pudimos ver a nadie. Tom se volvió de nuevo hacia mí y me sonrió.
-¿qué sucede?-preguntó al darse cuenta de que tenía una expresión de preocupación..- ¿no te gustó?, podemos intentarlo de nuevo si quieres-
Y de nuevo intento acercarse a mí, esta vez yo me alejé.
--¿Qué sucede?.-volvió a preguntar confundido.
Hice una pausa antes de contestar.
-Bill….-dije con voz quebrada
Era una sensación extraña…. ¿qué demonios era lo había hecho?....
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