“confessions”
“Can I Drive You Home
Can I Crash into Your Life
Can You Fix My Fall
Can You Break My Heart Tonight
Some angels don't cry
& We Are & We Are
just the two of them…”
(down on you-TH)
-sí, algo así.-respondió Tom, y después prosiguió.
-verás, creerás que ser “famoso” debe ser muy placentero y divertido, y pues claro que lo es, no lo niego, pero ser famoso también implica perder algo muy valioso.
-¿y qué es?.-le pregunté sin apartar la vista de él.
-la privacidad, supongo que te enteraste sobre el problema que tuve hace un tiempo por culpa de una fan, ¿verdad?-me preguntó
-Oh! Claro. Como olvidar eso.
-bueno, antes de eso, la fama no nos había traído tantos problemas, por lo menos no para mí. Y aun me daba oportunidad de vivir mi vida normal, un poco modificada, pero al fin: normal. Sin embargo, desde ese incidente cambié un poco la forma de ver todo eso, y sobre todo la forma en ver a las fans.
Desvió su mirada hacia el balcón y tomó un sorgo de agua.
Me había perdido tanto en Tom, que hasta olvidé que me encontraba comiendo. Cuando él hizo esa pausa, volví a tomar mis cubiertos y comencé a comer de nuevo.
-y luego llegaste tú-dijo repentinamente mientras me miraba.
Casi me atraganto cuando escuché esto. Trague con dificultad lo que tenía en la boca y después me dirigí hacia Tom.
-hummm, creo que estoy entendiéndote, supongo que pensaste que yo era una “stalker” ¿cierto?
-sinceramente, si. No me parecía casualidad que te hubieras topado con nosotros, más bien pensé que era una trampa. Y que querías algo de nosotros.
-wow, así que era eso. ¿y ya no crees eso de mi?
-pues ahora ya no y me costó mucho trabajo creer eso. Y además Bill, bueno él… hamm.. y también los demás, hicieron que me convenciera de eso.-
-wow, yo aun no me la creo que en verdad los haya conocido de esta manera.-dije
Tom se rió y yo también.
-jamás podría odiar al algún como tú, eres muy linda ¿lo sabías?
Me quedé boquiabierta cuando él dijo esto, y después me sonrojé.
-pero ni modo, esta vez no quiero que suceda lo mismo.-musitó
-a que te refieres.-pregunté con voz nerviosa.
-hummmmmm.-dijo poniendo los ojos en blanco.
¿a qué se refería?.Me pregunté.
-¿terminaste?.-me preguntó, mientras echaba un vistazo a mi plato vacio.
“demonios, ¿a qué hora terminé de comer?. No lo recuerdo.”
-hamm, si.-le respondí.
Tom pidió la cuenta y pagó, después salimos del restaurant y nos subimos a su auto, para ir de vuelta a casa.
Esto parecía un sueño hecho realidad, y de nuevo en mi mente, lo único que tenía era: TOM, TOM, TOM, TOM, TOM, TOM, y más TOM. Siempre había estado enamorada de él, sin embargo había algo que andaba mal y que a la vez me confundía. ¿Qué demonios me pasaba?.
-¿estás bien?, del restaurant saliste muy sonriente, y ahorita estas muy seria-comentó Tom, sacándome de mi debate interno.
-estoy bien.
Tom me sonrió y dirigió de nuevo su vista al frente.
Ya en “Westwood”, Tom, dio vuelta en la avenida principal, en ese momento su celular timbró y él contestó, mientras yo, miraba hacia todos lados cuidando de que algún policía no estuviera cerca y nos pudiera levantar una infracción por contestar el teléfono al volante. Suspiré aliviada, pues los únicos 2 autos que venían detrás de nosotros no eran de ningún policía.
-…si, Georg, dile a Bill que ya la estoy llevando a su casa.-contestaba a Tom al teléfono.
“Oh, Bill se preocupa por mi”. Pensé maravillada.
-¡¡FUCK!!-se quejó de pronto Tom- …un problema, ahorita te vuelvo a marcar Georg.-el colgó el celular y repentinamente dio vuelta en la primera calle que estaba a nuestro alcance. Y después aceleró.
-¿Qué pasa Tom?.-le pregunté asustada.
-¿nos siguen aún?.-me preguntó
Yo miré a través del retrovisor y vi a los mismos 2 autos de hace rato. Nos estaban siguiendo.
-si-dije asustada. ¿Quiénes eran?¿qué querían de nosotros?.
-¡¡mierda!!, jamás se cansan de molestarnos.
Uno de los autos parpadeó sus luces y aceleró para emparejarse con el auto de Tom.
Estaba a punto de ponerme paranoica, pero rápidamente me tranquilicé al descartar la idea de que eran asesinos seriales, pues “solo eran paparazzis”
-en la siguiente calle a la derecha, es un atajo.-le dije a Tom, y él lo hizo.
Salimos de nuevo a la avenida y los autos aun nos seguían, de pronto me percaté de que la luz verde del semáforo estaba por cambiar a roja. Tom se también se dio cuenta de eso, el aceleró y logramos pasar antes de que la luz roja nos detuviera. Parecía de una película de persecución policiaca
Tom soltó un grito de alegría y yo solo suspiré aliviada, pues habíamos perdido a los paparazzis.
-Wow, es mejor que te lleve rápido a tu casa estás muy pálida, parece que éstas a punto de desmayarte.-dijo Tom preocupado.
-descuida, estoy solo un poco asustada.-dije con voz temblorosa.
-pfffff, admítelo, esto fue divertido.-dijo sonriente.
-aha.-fue lo único que respondí.
Cuando llegamos a casa, Tom estacionó el auto y volvió a llamarle a Georg para decirle que todo estaba bien y que ya habíamos llegado a mi casa.
Cuando terminó de hablar con Georg, se volvió hacia mi e inesperadamente tomó de mi mano.
-¿ya te sientes mejor?.-me preguntó con voz dulce.
“yo sentía que me derretía”
-hammm, s-s-i-i …-tartamudeé. Y empece a hiperventilar.
Tom se rió de mi reacción y me soltó de la mano.
Salimos del auto, y respiré profundamente para poder despejar mi mente.
-bueno, ellos van a llegar aquí, los esperaré.-me dijo.
-Oh, ¿quieres pasar?, no creo que aquí afuera sea seguro, también puedes meter el auto al garaje para que no lo reconozcan.-le ofrecí
-¿estás segura?
-hammm, si.-respondí tratando de no parecer nerviosa por su presencia.
-OK.
Tom metió el auto al garaje y entró a la casa.
-¿gustas algo de tomar?-le pregunté mientras lo guiaba a la sala.
-no, gracias.
-¿alguna otra cosa?
-hammm, si. Necesito un baño urgentemente.
-Oh, jejeje. Al fondo a la derecha.-le respondí
-gracias.-y salió disparado hacia el baño.
“Oh, Tom Kaulitz en mi baño”. Pensé estúpidamente.
Al cabo de un momento, Tom volvió a la sala y de nuevo hablando por teléfono.
“-…ya te dije hermano, que si no te apresuras todo puede pasar eh???.
-bueno, yo ya te dije, sabes cómo soy, así que te apresuras o te apresuras.
-bahhh, púdrete.-“dijo mientras colgaba el celular.
-ya vienen—musitó
-que bien, hammm, me disculpas, voy a cambiarme estos zapatos que ya no los aguanto-
-claro.
Subí corriendo las escaleras directo a mi habitación y me quité las zapatillas y en su lugar me puse mis viejos “converse” negros, eran muy cómodos.
De nuevo bajé corriendo las escaleras y fui directo a la sala con Tom.
-Wow, me gusta tu estilo.-me dijo mientras me miraba de arriba abajo.
Pues vestía vestido con “converse”
-Oh, gracias.-respondí tímidamente.
Inmediatamente, una camioneta negra se estacionó frente a mi casa, y de ahí salieron Bill, Gustav y Georg.
Bill, se adelantó corriendo hacia la entrada de mi casa y yo me apresuré a abrir.
-¡Danica!, ¿estás bien?¿donde está Tom?¿qué están haciendo?-dijo desesperadamente mientras de daba un abrazo. Mi corazón empezó a latir rápidamente.
-Hola Bill.-lo saludé emocionada.
-….te lo dije, era hacia la derecha y no hacia la izquierda, ¿porqué nunca me haces caso?-preguntó Georg a Gustav
-bahhh, porque eres un idiota, y además yo estaba seguro que era hacia la derecha.-respondió Gustav
-pues ya ves que no, si me hubieras hecho caso, no nos hubiéramos perdido.-dijo Georg.
-ya, olvídalo. ¡¡Hola Dánica!!, tiempo sin vernos.-me saludó Gustav
-Gustav, que alegría verte de nuevo.
-¿Cómo has estado chica?.-preguntó Georg.
-pues bien, gracias.-respondí
-pfff. Por fin llegan.-dijo Tom
-si ya llegamos, eres un idiota hermano.-respondió Bill.
-pero ya casi….no llegas a tiempo.-dijo burlándose
-ya no se pelen.-musitó Georg
-entonces dile que se controle.-pidió Bill un poco disgustado.
-pfff, discúlpalos, ellos son así todo el tiempo.-me dijo Gustav
Yo solo sonreí.
Al cabo de un rato, los chicos se despidieron de mí, pues ya tenían que irse.
-te veré pronto ¿cierto?-me preguntó Bill
-Oh, claro.
Y se subió a la camioneta junto con Gustav.
Tom sacó el auto del garaje y después se acercó hacia mí para despedirse.
-me la pasé increíble, algún día hay que volverlo a repetirlo ¿no crees?
-si, como no.
-jejejeje, bueno, nos vemos luego.
-ok, bye.
Mientras Tom se acercaba a su auto, oí que Georg le decía algo.
-a veces pienso que en verdad es un descarado.-comentó Georg.
-bahhh, Bill es muy lento, si no se apresura, yo puedo ganarle.-respondió Tom mientras se despedía de mi con un movimiento de mano.
Yo le devolví la despedida un poco confundida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario